2ª de Samuel 10: 1-5
10:1 Después de esto, aconteció que murió el rey de los hijos de Amón, y reinó en lugar suyo Hanún su hijo.
10:2 Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanún hijo de Nahas, como su padre la hizo conmigo. Y envió David sus siervos para consolarlo por su padre. Mas llegados los siervos de David a la tierra de los hijos de Amón,
10:3 los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún su señor: ¿Te parece que por honrar David a tu padre te ha enviado consoladores? ¿No ha enviado David sus siervos a ti para reconocer e inspeccionar la ciudad, para destruirla?
10:4 Entonces Hanún tomó los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió.
10:5 Cuando se le hizo saber esto a David, envió a encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó que les dijeran: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a nacer la barba, y entonces volved.
Isaías 20:4
20:4 así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y los deportados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto
En ocasiones en nuestra vida nuestro actuar es correcto y lleno de buenas intenciones, pero las cosas no salen como lo planeamos y por el contrario son tan humillantes que no sabemos que hacer, pues justamente esto es lo que lo sucedió a ese pequeño sequito que David había enviado con Hanún, hijo de Amón, pero quienes eran estos amonitas que ahora hacían una alianza con los sirios,
Los amonitas formaban una tribu semita que habitaba en la franja comprendida entre el desierto de Siray el río Jordan, y entre los ríos Jabbok y Amón, la actualmente llamada Jordania. Los israelitas les llamaban Ben ammi, "hijos de mi pueblo", reconociendo así un origen común a pesar de la enemistad que había entre ellos.
También estaban emparentados con los moabitas, descendientes como ellos de Lot. La tierra de los amonitas disponía de agua y pastos en abundancia, y vivieron independientes desde el Siglo XIII hasta el siglo VI A.C. con su capital radicada en Rabbá Amon, donde se han encontrado restos de un templo levantado en honor de Milcom, su dios, y una necrópolis de los siglos VIII y VII A.C.
Enfrentados en periódicas guerras con los israelitas, fueron vencidos en el siglo X a. C. y permanecieron sometidos hasta el año 721 a. C., cuando recuperaron su territorio tras la deportación de los israelitas a babilonia. Sin embargo su civilización no volvió a recuperarse; en el Siglo I, su territorio fue incorporado por los romanos en la Provincia de Judea, y los amonitas fueron absorbidos lentamente por otras tribus.
La última mención sobre ellos data de tiempos de los macabeos, cuando los amonitas eran aún una nación fuerte y Judas Macabeo se enfrentó a ellos en varias batallas.
El lenguaje de los amonitas estaba relacionado con el hebreo y se han encontrado inscripciones datadas entre los siglos IX a V a. C.
Lo verdaderamente Interesante es narrado en los versos 11, 12 y 13 que dicen;
“10:11 Y dijo: Si los sirios pudieren más que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de Amón pudieren más que tú, yo te daré ayuda.
10:12 Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.
10:13 Y se acercó Joab, y el pueblo que con él estaba, para pelear contra los sirios; mas ellos huyeron delante de él.”
Aquí encuentro la verdadera enseñanza de DIOS, en el hecho de que hombres de Guerra acostumbrados a las Batallas son sensibles a lo que DIOS quiere para ellos, y sus pueblos, me significa mucho ver como señalan que sus vidas están ahora en manos de Dios y que el haga lo que bien le parezca, cuantas veces nosotros hacemos esto cuantas ocasiones le hemos dicho a DIOS, has con nosotros lo que bien te parezca, el resultado será QUE NUESTROS ENEMIGOS SALDRAN HUYENDO DE FRENTE DE NOSOSTROS, y en el caso que a nuestro DIOS no le plazca esto deberemos enfrentar la batalla esforzadamente como estaban dispuestos Joab y Abisaí.
La vida presenta muchos escenarios pero el mas seguro el mas claro y correcto es aquel en el que dejamos a un lado la indecisión y nos arropamos en la seguridad de DIOS, el tendra buenas cosas para nosostros y seguramente nos llevara a la batalla con la victoria en la mano, no dudemos de ello hermano, no dejemos que el enemigo nos haga pensar cosas contrarias a esto, deja que tu vida se gobierne completamente por DIOS, totalmente abandonado a sus pies, el hara cosas grandes contigo y conmigo. AMEN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario