La primera carta a los Corintios en su capitulo 1 es una buena manera de iniciar el día, reflexionando sobre lo que Dios quiso que Pablo dejase plasmado, con ayuda de sostenes quien seguramente fue el escriba que estampaba las palabras que Pablo decía; es una verdadera enseñanza esta carta cuando al iniciar su lectura leemos;
1:1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sostenes,
1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Es evidente que las credenciales con las cuales se presenta Pablo a esta Iglesia son impresionantes, “APOSTOL DE JESUCRISTO” “POR VOLUNTAD DE DIOS” pero la pregunta es como sabia esto Pablo, como estaba tan seguro que esa era la voluntad de DIOS, en nuestros días y especialmente en nuestras Iglesias hay una ausencia total de este principio, la elección de nuestro liderazgo se basa mas bien en características superficiales sin que detrás de ellos haya una fortaleza espiritual, la carencia de ministros, siervos, diáconos, Ujieres, que obedezcan a ese llamado es preocupante, muchos creen ser llamados y elegidos por el Señor para desempeñar un cargo en la Iglesia, pero lo que mueve su corazón son otras cosas como la vanagloria, la falsa creencia de que tener un puesto en Una Iglesia da autoridad y da poder y nada mas alejado de ello, es Evidente que la autoridad como esa con la que se presento Pablo solamente la DA LA GRACIAS DIVINA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO PUES NINGUNO TIENE MERITO ALGUNO, es cierto que debemos aprender a diferenciar sobre la euforia del momento que hace que su entusiasmo sea la fuente de su trabajo, sobre la emoción pasajera y comprender que cuando el Señor llama al Servicio es una emoción una sensación que queda clavada en el corazón, que no se apaga y por el contrario crece mas y mas cada día esta oportunidad solamente se puede dar cuando hay una relación clara y evidente con el Señor, cuando existe comunión y relación con el de otras manera siempre habrá la duda del llamado de DIOS.
Una de las graves consecuencias de que lideres, Pastores, siervos, Diáconos y otros mas intervengan en la ministración de la congregación sin que exista este verdadero Principio y llamado, es que su autoridad y conocimiento de la palabra estarán claramente minadas, disminuidas y no producirán el efecto que Dios desea, porque como podremos pedirle a un Árbol de manzanas que nos de manzanas si el Árbol es de Higos, cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad ante DIOS de conocerle mas de experimentar su amor y gracia y si por SU GRACIAS SOMOS LLAMADOS A UN MINISTERIO DEBEMOS OBEDECER Y SERVIR. AMEN.
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