35:1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:
35:2 Ve a casa de los recabitas y habla con ellos, e introdúcelos en la casa de Jehová, en uno de los aposentos, y dales a beber vino.
35:3 Tomé entonces a Jaazanías hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos, y a toda la familia de los recabitas;
35:4 y los llevé a la casa de Jehová, al aposento de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, varón de Dios, el cual estaba junto al aposento de los príncipes, que estaba sobre el aposento de Maasías hijo de Salum, guarda de la puerta.
35:5 Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino.
35:6 Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos;
35:7 ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis.
UNA VIDA QUE AGRADA A JESUS.
LA HISTORIA QUE NOS PRTESENTAN estos versos es una historia de Obediencia, es una historia de convicción personal, de aceptación Los recabitas o rekabitas eran los miembros de un pueblo nómada fundado en tiempos del rey Jehú por Jonadab, hijo de Recab (o Rekab), que se enfrentaron a los adoradores de Baal en la época del profeta Elías.
Los recabitas también se oponían al sedentarismo de los agricultores, que asociaban con la corrupción de la vida religiosa. Como ejemplo más llamativo, rechazaban el consumo de vino, cuya fabricación exige una vida sedentaria.
Este Pueblo deja un ejemplo a nuestra vida actual, principios basados en la obediencia, ahora si lo trasladamos a una enseñanza actual funciona perfectamente dentro de nuestras Iglesias, y dentro de nuestras propias vidas una obediencia sin reservas, ESTA ES UNA VIDA QUE AGRADA A DIOS, toda enseñanza que recibimos en la Iglesia debe ser tomada como una orden, como algo serio, obediencia quiere decir; (del Lat. ob audire = el que escucha), al igual que la acción de obedecer, indica el proceso que conduce de la escucha atenta a la acción, que puede ser puramente pasiva o exterior o, por el contrario, puede provocar una profunda actitud interna de respuesta, ser obediente implica tener un grado bastante desarrollado de humildad, para someterse a otros, la vida en la Iglesia tiene un sentido en el cual debemos ser humildes, debemos someternos a nuestros pastores, porque ello es la enseñanza de Cristo, no por debilidad, no por imposibilidad, sino por amor, quien logra vencer esta barrera dará un paso importante en su propia vida y le demostrara al señor estar preparado para cosas nuevas.
ORACION.- SEÑOR MI DIOS HOY QUE TEMPRANO TE HAS LEVANTADO Y ME HAS PREPARADO PALABRA DE VIDA, RECONOZCO TU SABIDURIA, Y LA ACEPTO CON HUMILDAD, DESECHA DE MI MENTE Y CORAZON TODO AQUELLO QUE NO TE AGRADA, HAZ DE MI UN DICIPULO CON DICERNIMIENTO, UN DICIPULO CON HUMILDAD, Y NO DEJES QUE LA SOBERBIA GANE LA BATALLA, ARREBATALE MI DIOS AL ENEMIGO LA VICTORIA. AMEN.
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