viernes, 18 de marzo de 2011

LA JUSTIFICACION.

TITO 3: 6-8

3:7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

3:8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.

Al meditar estos dos versos irremediablemente tenemos que reflexionar sobre la Doctrina de la justificación, términos que en muchas ocasiones no se conocen adecuadamente y no se comparte adecuadamente a otros cristianos y no cristianos que preguntan sobre el tema;

La doctrina de la justificación tiene que ver con lo siguiente: la salvación del hombre, que conlleva a las siguientes preguntas ¿cómo se realiza y actúa la salvación de Cristo en el hombre? ¿Qué me garantiza la salvación? y en el fondo de todo esto ¿qué es la salvación y cómo me salvo?.

Cuando Martín Lutero, monje agustino, comenzó con su reforma, tenía bien claro que la salvación del hombre no se ganaba pagando indulgencias y que terceras personas lucraran de las penitencias que se hacían a otros. La angustia que pesaba sobre él era saber cómo podía el hombre ser justificado por Dios, ya que nada ni nadie podía garantizar que su alma fuera salvada por los simples actos de caridad o penitencia, pues son actos imperfectos hechos por criaturas pecadoras, que no pueden reparar por sí solas el daño hecho al que es infinitamente bueno, bello y verdadero.

Por ello es que Lutero encuentra en la Carta a los Romanos 1,17 "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA."

La sola fe: que deja de lado las obras para salvarse, puesto que la salvación, viene dada por la justificación que hizo Jesucristo en la Cruz. El hombre un ser injusto que no merece la salvación, pero por la fe en el hijo de Dios, ahora se salva únicamente por creer.

La sola Gracia: esta afirmación deja de lado los méritos como un medio de salvación. Toda obra buena que uno realice no mejora ni empeora el camino que Dios tiene preparado para nosotros. Por tanto el hombre debe estar dispuesto a ser salvado por Dios.

La sola Escritura: esta frase quita de los fieles el peso de la tradición apostólica y la tradición de la Iglesia, cada uno es por la gracia que Dios infunde en nuestros corazones, capaz de interpretar la palabra de Dios, y no es necesario que otros vengan a decir qué es lo que debo o no debo aprender de la palabra de Dios.

ORACION.- GRACIAS MI DIOS TE DOY POR TU GRANDE AMOR Y TU GRANDE MISERICORDIA, HOY SEÑOR HE ENTENDIDO QUE SI TE AMO DEBO DEMOSTRARLO MAS Y MAS CADA DIA, Y UNA FORMA DE HACERLO ES BUSCARTE CADA DAI MUY DE TEMPRANO ES REGALERTE LOS PRIMEROS MINUTOS DE CADA DIA Y DECIRTE QUE TU ERES LO PRIMERO EN MI VIDA, Y QUE NO HAY NADA MAS QUE TU; TE PIDO BENDICIONES ABUNDANTE PARA MI FAMILIA, MIS AMIGOS Y MI PASTOR.

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