miércoles, 10 de agosto de 2011

PUREZA E INTEGRIDAD; DOS INGREDIENTES QUE ATRAEN LA FELICIDAD






Hoy mi reflexión es acerca del otro de los conceptos que ayer reflexionamos “LA PUREZA” podemos hacerlo haciéndonos varias preguntas como las siguientes:


¿Cuál es el secreto para vivir una vida pura?

Está en la Biblia, Salmo 119:9, "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra".

La felicidad se promete a los puros de corazón. Está es una promesa de Dios lo dice en Mateo 5:8

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios".

¿En qué debemos enfocar nuestros pensamientos?

Está en la Biblia, Filipenses 4:8, "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad".


¿Quién podrá estar firme delante de Dios?

Está en la Biblia, Salmo 24:3-4, "¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas ni jurado con engaño".

La pureza incluye el interés por los necesitados. Está en la Biblia, Santiago 1:27, "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo".

Las personas ven y escuchan lo que quieren. Está en la Biblia, Tito 1:15, "Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas".

La palabra integridad viene de la misma raíz latina que significa  “ENTERO” y sugiere la totalidad de la persona. Así como hablaríamos de un número entero, también podemos hablar de una persona entera, no dividida. Una persona de integridad vive correctamente, no está dividida, ni es una persona diferente en circunstancias diferentes. Una persona de integridad es la misma persona en privado que lo que es en público.

En el Sermón del Monte, Jesús habló de los que eran "de limpio corazón" (Mateo 5:8), lo que sugiere una actitud clara de seguimiento de los mandatos de Dios. La integridad, por lo tanto, no solo implica una actitud clara, sino una pureza moral también.

PUREZA E INTEGRIDAD se amalgaman para formar el verdadero carácter del Cristiano, son elementos que debemos obtener de DIOS, de saber que podemos tenerlo si día a día le buscamos y nos interesamos en su palabra en conocer de el, de saber de el, de tenerlo a el en nosotros.

Todos estos versículos sugieren un sentido de deber y un reconocimiento de que debemos tener un nivel de discernimiento de la voluntad de Dios en nuestra vida. Eso ciertamente requerirá que las personas de integridad sean estudiantes de la Palabra, y que busquen diligentemente aplicar la Palabra de Dios a su vida. El libro de Santiago nos exhorta a ser "hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándonos a nosotros mismos" (Santiago 1:22). Esa es mi meta y la tuya cual es. Amen. 

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