jueves, 8 de diciembre de 2011

EXISTEN DESAFIOS EN LA VIDA; UNO DE ELLOS ES VIVIR EN LA PRESENCIA DE DIOS.


1ª DE REYES 8:10-12

8:10 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová

8:11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

8:12 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad

Alguna vez te has preguntado si la presencia de Dios podrás sentirla al grado de verla como le sucedió a Salomón, En el Antiguo Testamento, los creyentes judíos iban al tabernáculo y luego al templo a buscar la presencia de Dios, porque allí habitaba el Señor. En el Nuevo Testamento, Dios prometió su presencia en la vida de todos aquellos que creen y se vuelven a El. Hoy día, los cristianos debemos estar conscientes de esta verdad tan importante a fin de que cultivemos la presencia de Dios en nosotros. La oración, el estudio de su Palabra, la asistencia a la iglesia, el dar testimonio de Cristo a otros, y el vivir en entrega y santidad a Dios, son maneras como esa presencia se hace real en nosotros. El Salmo 84 nos da una clara idea del impacto que significa sentir esa presencia real de Dios en nuestra vida.

Salmo 84.

84:1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

84:2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

84:3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.

84:4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah

84:5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.

84:6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.

84:7 Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.

84:8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah

84:9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

84:10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad


84:11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.

84:12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.

Hay tres elementos que podemos rescatar en este Salmo tan precioso el primero de ellos lo encontramos del verso 1-3.

Anhelo por la presencia de Dios.- El salmista encontraba que la morada de Dios era amable. En
una versión en inglés dice, “How lovely is your dwelling place” (NRSV), “¡Cuán amoroso, agradable, es el lugar donde Tú habitas!” Estar en la presencia de Dios es una experiencia de bondad, de amor, de amabilidad. El escritor anhelaba con ardor esa presencia de Dios en su alma, el corazón y cuerpo. Era un anhelo que incluía todo su ser, no solamente lo espiritual.

Felicidad del que habita en la presencia de Dios. Los Versos. 49. Esa presencia de Dios es la más grande bienaventuranza, dicha, o felicidad del creyente. La presencia de Dios es la que nos da la fuerza para vivir, la que guía nuestros pensamientos y nos muestra el camino. Cuando pasemos por tiempos de dificultades, la presencia del Señor transformará nuestra sequedad en ríos de abundancia y nos llenará de poder.

Decisión de vivir en la presencia de Dios. Los Versos. 1012. El salmista reflexiona en esa hermosa bendición, y toma una decisión: Es más importante vivir, aunque sea solo un día, en la presencia de Dios, que mil días fuera de su presencia. ¿Por qué? Porque él sabe que la presencia de Dios es la luz de la vida, que es su protección, la gracia y la única gloria verdadera del ser humano. El salmista, como todo aquel que ha sido ejercitado en la presencia de Dios, sabe que el bien y la misericordia de Dios seguirán por siempre al que camina en integridad. No hay mayor bendición para el creyente en Dios que descansar y confiar en su maravillosa presencia.

Estos tres últimos conceptos son parte de un estudio compartido por el Pastor Valentín Gómez Bohórquez en su libro, “VIVIR EN LA PRESENCIA DE DIOS” espero que así como es bendición a mi vida también lo sea a la tuya. Amen.




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