domingo, 22 de abril de 2012

LA ORACION DE PETICION.


LA PRESENCIA DE DIOS .

DIA 24.

LA ORACION Y LA CORRECTA PETICION  A DIOS.

Muchas ocasiones he señalado que las Oraciones que le agradan a Dios, no solo deben ser listas interminables de peticiones personales, sino que la base y fundamento de la Oración se encuentra en entender su verdadero significado, su estructura, y sobre todo alinearla con la Voluntad de Dios.

La Petición es algo que también Dios considero para la Oración, tal vez ya hablamos acerca de lo que a Dios le agrada que le pidamos y como alinear mis peticiones a la voluntad del Señor, pero hoy quisiera dejar algunos versos Bíblicos que nos ayudaran a entender mejor a que me refiero con una larga lista de peticiones;

Mateo 7:7

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Pedir a Dios tiene un significado especial, no solo se trata de buscar satisfactores personales Materiales, en algunas ocasiones nuestras peticiones de Salud, también son incluidas o hasta las peticiones de Trabajo, digamos que este verso tiene implícito el transitar por tres niveles en la vida de un Cristiano y en el primero hay dos muy importantes; Cuando nacemos espiritualmente iniciamos pidiendo, todo tipo de cosas Materiales fundamentalmente, o cosas que a los ojos de Dios no tendrían sentido, pero a medida que crecemos espiritualmente, nuestras peticiones van cambiando y de cosas materiales pasamos a pedir cosas espirituales, tal vez ahí tenemos alcanzado el primer escalón de la escalera, pero aun falta mas porque el siguiente nivel se refiere a buscar a Dios, pero no quiero comentar este segundo paso sino detenerme en el primero dejando algunos ejemplos de hombre de Dios que una vez alcanzando la madurez espiritual pidieron en forma personal y ve como lo hicieron;

1ª de Reyes 3:9 (Salomón)

Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

Nehemías 1:11

Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.

Salmos 6:1 - 25:1-2­ – 61:1-2

Jehová, no me reprendas en tu enojo, Ni me castigues con tu ira. Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.
Amen. 

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