LA PRESENCIA DE DIOS .
DIA 24.
LA ORACION Y LA CORRECTA PETICION A DIOS.
Muchas ocasiones he señalado que las Oraciones que le
agradan a Dios, no solo deben ser listas interminables de peticiones
personales, sino que la base y fundamento de la Oración se encuentra en
entender su verdadero significado, su estructura, y sobre todo alinearla con la
Voluntad de Dios.
La Petición es algo que también Dios considero para la
Oración, tal vez ya hablamos acerca de lo que a Dios le agrada que le pidamos y
como alinear mis peticiones a la voluntad del Señor, pero hoy quisiera dejar
algunos versos Bíblicos que nos ayudaran a entender mejor a que me refiero con
una larga lista de peticiones;
Mateo 7:7
Pedid,
y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Pedir a Dios tiene un significado especial, no solo se
trata de buscar satisfactores personales Materiales, en algunas ocasiones
nuestras peticiones de Salud, también son incluidas o hasta las peticiones de
Trabajo, digamos que este verso tiene implícito el transitar por tres niveles
en la vida de un Cristiano y en el primero hay dos muy importantes; Cuando
nacemos espiritualmente iniciamos pidiendo, todo tipo de cosas Materiales
fundamentalmente, o cosas que a los ojos de Dios no tendrían sentido, pero a
medida que crecemos espiritualmente, nuestras peticiones van cambiando y de
cosas materiales pasamos a pedir cosas espirituales, tal vez ahí tenemos
alcanzado el primer escalón de la escalera, pero aun falta mas porque el
siguiente nivel se refiere a buscar a Dios, pero no quiero comentar este
segundo paso sino detenerme en el primero dejando algunos ejemplos de hombre de
Dios que una vez alcanzando la madurez espiritual pidieron en forma personal y
ve como lo hicieron;
1ª de Reyes 3:9 (Salomón)
Da,
pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir
entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu
pueblo tan grande?
Nehemías 1:11
Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y
a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo,
y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
Salmos 6:1 - 25:1-2 – 61:1-2
Jehová, no me reprendas en tu enojo,
Ni me castigues con tu ira. Ten
misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque
mis huesos se estremecen.
Amen.
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