sábado, 5 de mayo de 2012

LA ORACION UNIDA. (2)


LA PRESENCIA DE DIOS .

DIA 36.

LA ORACION UNIDA (2).

Durante mas de un mes hemos meditado acerca de la oración desde muy diferentes puntos de vista, uno de ellos ha sido la Oración en grupo  o Unida de la cual se han desprendido elementos que enriquecen mi vida de oración y la de mis Hermanos cuando cada miércoles nos reunimos en nuestro estudio celular, ahora veo con mayor claridad que dentro de esta Oración en grupo podemos encontrar la Voluntad de Dios  para nuestras vidas, podemos pedir que sea el Espíritu Santo quien nos guie en la Oración, es sentir verdaderamente a Dios hablando con nosotros, creo que este momento en el cual tenemos esta oportunidad podemos mejorarlo día a día en la medida en que cada uno de nosotros mismos entienda la oración personal como un reto a superar cada mañana.

Algunas cosas que creo podemos pedirle a Dios son las siguientes;

1.- Debemos reconocer la participación activa de DIOS en nuestro momento de Oración en grupo.

2.- Que nuestro lenguaje sea claro y entendible a todos mis hermanos que están orando.

3.- Pedirle a Dios que siempre sea SU VOLUNTAD LA QUE REINE y no la nuestra.

4.- Utilizar algunos momentos de nuestra Oración para Alabar las virtudes de aquel que nos Salvo sabiendo que esta entre nosotros.

5.- Orar pausadamente y pensando en que motivos tienen prioridad en el grupo.

6.- Seamos específicos en lo que le pedimos a Dios.
7.- Pedir que el Espíritu Santo nos Guie en nuestras Oraciones.

8.- Si podemos recordar alguna de las Promesas que Dios ha hecho en la Biblia con relación a la Oración o el cumplimiento de ella, podemos recordarla en a Oración.

9.- No olvidar orar los unos por los otros, nuestra Iglesia, Pastores y Maestros.

10.- No olvidar Orar por nuestros Gobernantes.

1ª de Timoteo 2:1-4

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 

Amen. 

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