DEPRESION. (SEMANA 25, Pagina 183)
BUENOS
DIAS CON BUENOS AMIGOS.
“CHARLES
SWINDOLL”
1 Reyes 19:1-3
19:1 Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de
cómo había matado a espada a todos los profetas.
19:2 Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos.
19:3 Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado.
19:4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
De estos
versículos podemos meditar en varias enseñanzas, la primera que encuentro es la
habilidad que Dios nos da para reconocer situaciones de peligro, situaciones en
las cuales nuestra vida puede estar en riesgo, me agrada pensar que Día a Día
cuando salgo de casa hay alguien pendiente de nuestra vida que nos da la
sensibilidad para reconocer situaciones riesgosas, ese es Mi Dios y tu Dios, la
segunda enseñanza que puedo ver es justamente lo que dice Santiago 5:17 al
decir;
Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las
nuestras, y oró fervientemente
para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
Piensa por un Momento
que estaría pasando por la mente de Elías para desear la muerte, de que tamaño
sería su Depresión para desear dejar de existir, Si este llamado Varón de Dios
en quien Dios puso su mirada para dejarlo por ejemplo tenia tales debilidades,
que podemos pensar de nosotros mismos, tal vez si utilizamos la misma
herramienta que utilizo Elías, la Oracion ferviente, esta palabra en el Idioma
original es “Prouseje” y “Proseujomai” la primera simplemente significa Orar,
la segunda significa suplicar, ambas tiene la misma raíz “pros” que significa moverse
hacia, a acercarse hacia, lo que me deja claro es que en el corazón de Elías
había la necesidad e intención de Orar a Dios y acercarse a el en una suplica
constante y eso es justamente lo que podríamos hacer hoy mismo. Amen.
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