domingo, 4 de noviembre de 2012

EL CALLAR ANTE DIOS TIENE BENEFICIOS.


DESCUBRIMIENTO DECEPCIONANTE.

JOB 14: 1-2  (RV60)

14:1 El hombre nacido de mujer,  Corto de días, y hastiado de sinsabores,  14:2 Sale como una flor y es cortado,  Y huye como la sombra y no permanece. 

JOB 14:1-2 (TLA)

14 Es muy corta nuestra vida, y muy grande nuestro sufrimiento. Somos como las flores: nacemos, y pronto nos marchitamos; somos como una sombra que pronto desaparece.

La vida efectivamente es muy corta pero si a este pequeño espacio de tiempo le sumamos, nuestras angustias, nuestros sinsabores, nuestras frsutraciones, ynuestros fracasos, entonces tendriam os verdaderamente un panorama terrible, asolador, pero a la verdad, este no es el camino que DIOS quiere para nosotros, el quiere una vida llena de Gozo y alegria, quiere que entendamos que la prueba e sparte de esa felicidad y del crecimiento quye necesitamos para entender que losplanes de Dios son perfectos y que el cuidara de nosotros día a día, no nos dejara nis nos abandonara, son muchas las promesas que Dios hizo a lo largo de su palabra sobre ester tema pero hoy no recordare las mas usadas en Jeremias, sino una hecha a Jacob en el librod el Deuteronomio que dijo;

Deuteronomio 32:10

32:10 Le halló en tierra de desiertoY en yermo de horrible soledadLo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo. 

Así nos encontró a la mayoría de nosotros en un desierto, en una soledad espantosa, y el nos ha cuidado nos ha instruido, nos ha guardado como la niña de sus ojos, y todavía nos atrevemos a preguntarle algo a Dios, que mas confianza que lo que ha hecho en tu vida y la mía, podemos seguir defendiendo nuestro derecho a cuestionarlo y saber acerca de sus planes, pero en verdad digo que sus planes se revelan por gracia a tu vida no necesitas preguntarle mucho a Dios sobre ellos el te los revelara con amor y paciencia, en tu comunión diaria el hablara y nosotros callaremos atendiendo a sus instrucciones, dejemos que Dios nos cuide como la niña de sus ojos y agradezcamos el privilegio tan grande dado a alguien tan insignificante como nosotros. Amen. 

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