JOB 27: 1-4 (RV60)
27:1 Reasumió Job su discurso, y dijo: 27:2 Vive Dios, que ha quitado mi derecho,
Y el Omnipotente, que amargó el alma
mía, 27:3 Que todo el
tiempo que mi alma esté en mí, Y haya hálito de Dios en mis
narices, 27:4 Mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua
pronunciará engaño.
27:5 Nunca
tal acontezca que yo os justifique; Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad. 27:6 Mi justicia tengo asida, y no la
cederé; No me reprochará mi corazón en todos mis días.
JOB 27: 1-4
(TLA)
27 Job
volvió a tomar la palabra y dijo: 2 Dios me tiene amargado y no quiere hacerme justicia, pero
juro en su nombre 3 que mientras yo tenga vida 4 jamás
diré otra cosa que no sea la verdad. 5-6 Mientras tenga yo vida, insistiré en mi
inocencia y jamás les daré la razón. ¡No tengo de qué avergonzarme!
5-6 Mientras tenga yo vida, insistiré en mi inocencia y jamás
les daré la razón. ¡No tengo de qué avergonzarme!
No cabe suda que a lo largo de nuestra
vida hay muchas pruebas unas mas fáciles que otras, el verso (2) del capitulo
27 es conocido como un juramento que
podemos aquilatar en nuestro corazón como lo hizo este hombre Job, en
sus momentos mas difíciles y de mayor quebrantamiento tuvo la mente tan clara y
nítida que expreso algo que seguramente Dios habrá tomado en cuenta; “…Vive Dios, que ha quitado mi derecho…” este juramento se ve reforzado con la Obligación
inherente al mismo, y el verso (5) nos lo explica; “HASTA
QUE MUERA NO QUITARE DE MI MI INTEGRIDAD”, en la versión Traducción al Lenguaje actual
dice; “INSISTIRE EN MI INOCENCIA Y JAMAS LES DARE LA RAZON”, el sentido que Job
estaba dando a estas palabras sobre todo al verso completo constituye un
ejemplo a seguir, Cuando estamos en prueba lo que buscamos en forma natural es salir de ella, cuando lo
que deberíamos hacer es valorarla y
entenderla porque de ella obtendremos sabiduría, Madurez, Dependencia,
y sobre todo Fe, y claro que una vez
entendida Dios nos dará la victoria, pero lo que hizo Job no fue solo valorarla
sino además expreso en forma clara y prudente un juramente que todos debemos
tomar en estos casos, hasta que DIOS
NOS LLAME A SU PRESENCIA NO DEJAREMOS QUE EL ENEMIGO SE GOCE EN NUESTRA DUDA,
DAREMOS A DIOS NUESTRA INTEGRIDAD ES DECIR NUESTRO TODO, MI VIDA ENTERA SERA
PARA EL MIS PESAMIENTOS, MIS ACCIONES Y TODO LO QUE SALGA DE MI.
“… 1. La forma del juramento (verso. 2): ¡Vive
Dios, que ha negado mi derecho! etc. Habla, pues, de Dios: (A)
Altamente, al reconocer que es un
Dios vivo, pero también habla de él (B) Duramente, de forma
inconveniente, al decir que le ha negado el derecho, esto es, que ha rehusado
hacerle justicia en el tema de esta controversia al no aparecer en defensa de
él y al continuar afligiéndole .…”
Amen
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