viernes, 22 de febrero de 2013

NO ES LO QUE YO QUIERO... SINO LO QUE DIOS QUIERE.


NO ES LO QUE YO QUIERO … SINO LO QUE DIOS QUIERE.

“2a de Corintios 12:2-10 (RV60)

12:1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 12:2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 12:3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 12:4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. 12:5 De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. 12:6 Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. 12:7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 12:8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 12:10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 

Este capitulo y estos versos tiene una gran cantidad de sabiduría y enseñanza que proviene de Dios, saber escudriñar correctamente su contenido nos hace mas aptos como instrumentos en la vida que a cada uno nos ha tocado vivir, un principio fundamental que muchos hemos tardado en entender es aquel que dice;
“El propósito de Dios no es que estés cómodo y feliz, libre de dolores, el propósito de Dios para nuestra vida es que lleguemos a ser el hombre o la mujer que el quiere que seamos”

No es lo que nosotros queremos o creemos, es lo que Dios quiere, y a menudo nos hemos olvidado de preguntarle al Dios  que desea de nuestra vida, que parte de nuestra vida debe ser transformada y cambiada para que podamos ser mejores instrumentos en su reino, no hemos podido distinguir justamente esa línea delgada entre mi voluntad y la voluntad de Dios, por ello francamente cuesta trabajo.

La respuesta de Saulo en la segunda parte del verso 8 es digna de un marco; “…Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo…” entender que nuestra vida esta basada en la voluntad de Dios y que he sido creado para adorar a mi Dios, justamente en este ambiente de debilidad es el medio propicio donde Dios revelara su poder y su misericordia, hoy nuevamente alabo el nombre de mi Dios, porque en medio de todas las pruebas el esta listo y presto al auxilio, repitiéndome BASTATE MI GRACIA. 

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