2ª de Samuel 7:1-10
7:1 Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor,
7:2 dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.
7:3 Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.
7:4 Aconteció aquella noche, que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo:
7:5 Ve y di a mi siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?
7:6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.
7:7 Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro?
7:8 Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;
7:9 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra.
7:10 Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio,
Salmo 89.
89:1 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;
De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca.
De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca.
89:2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia;
En los cielos mismos afirmarás tu verdad.
89:3 Hice pacto con mi escogido;
Juré a David mi siervo, diciendo:
89:4 Para siempre confirmaré tu descendencia,
Y edificaré tu trono por todas las generaciones.
Salmo 110.
110:4 Juró Jehová, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec.
Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec.
110:5 El Señor está a tu diestra;
Quebrantará a los reyes en el día de su ira.
110:6 Juzgará entre las naciones,
Salmo 132.
132:10 Por amor de David tu siervo
No vuelvas de tu ungido el rostro.
No vuelvas de tu ungido el rostro.
132:11 En verdad juró Jehová a David,
Y no se retractará de ello:
De tu descendencia pondré sobre tu trono.
132:12 Si tus hijos guardaren mi pacto,
Y mi testimonio que yo les enseñaré,
Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.
La Biblia revela que a Dios le ha placido establecer pactos con los hombres. Ocho de estos pactos se hallan mencionados en las sagradas páginas y ellos incorporan los hechos más vitales en la relación que el hombre ha tenido con Dios a través de toda la historia de la raza humana. Cada pacto representa un propósito divino y la mayoría de ellos constituyen una absoluta predicción tanto como una promesa inalterable del cumplimiento de todo lo que Dios ha determinado. Si analizamos cada uno de ellos, descubrimos que siempre anticiparon el futuro y tenían el propósito de ser un mensaje de certidumbre para aquellos con quienes el pacto era establecido. Además de los pactos bíblicos, los teólogos han sugerido tres pactos teológicos que tienen que ver con la salvación del hombre, pero hoy reflexionaremos someramente sobre el establecido con David;
El pacto Davídico se establece en este capitulo 7 de Segunda de Samuel, pero curiosamente inicia narrando los pensamientos de David, no como un pensamiento personal sino como un mensaje que David recibe de Natán, verso 4 y 5:
“Aconteció aquella noche, que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo:
Ve y di a mi siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?”
Ya en otras ocasiones hemos dicho que David fue un rey Conquistador y no Constructor, el fundamento de este pacto tuvo un significado especial: “El pacto davídico (2 Samuel 7:4-16; 1 Crónicas. 17:3-15) era un pacto incondicional en el cual Dios prometió a David un linaje real sin fin, un trono y un reino, todos ellos para siempre” la biblia se lleno de versículos que hablaron sobre el tema, tal vez por la importancia que tiene y que DIOS quiere que los tengamos claros.
Como el pacto abrahámico garantizaba a Israel una identidad eterna como nación (Jeremías 31:36) y la posesión eterna de la tierra (Génesis 13:15; 1 Crónicas 16:15-18; Salmo 105:9-11), así el pacto davídico les garantizaba un trono eterno y un reino eterno (Deuteronomio 7:14).
7:14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados.
Desde el día en que el pacto fue establecido y confirmado por el juramento de Jehová (Hechos 2:30);
2:30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,
Hasta el nacimiento de Cristo, a David no le faltó un hijo que se sentase en el trono (Jeremías 33:21);
33:21 podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros.
El pacto davídico es el más importante en asegurar el reino milenial, en el cual Cristo reinará sobre la tierra. El pacto davídico no es cumplido por Cristo reinando en su trono en los cielos, puesto que David nunca se ha sentado ni se sentará en el trono del Padre. Es más bien un reino terrenal y un trono terrenal (Mateo 25: 31). El pacto davídico es, por consiguiente, la clave del programa profético de Dios que aún está por cumplirse;
25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
En pacto tiene una características fundamental establece en forma conjunta Derechos y obligaciones para las partes que en el intervienen debemos entender que un pacto; es una alianza o convenio entre dos partes, en este caso el creador y el hombre. El pueblo se compromete a guardar las leyes del Eterno, y el creador promete ser el Dios de ellos. Leamos dos pasajes bíblicos referentes al Antiguo Pacto, que Dios del cielo concertó con su pueblo, así fue como se inicio el prime pacto, tal como lo dice el libro del Éxodo capitulo 19 versos 5 al 8 que dice:
19:5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
19:6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
19:7 Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.
19:8 Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.
Esto confirma que DIOS ha tenido a bien establecer pactos con sus hijos, y nosotros no debemos sentirnos excluidos de ellos, pues también alcanzan nuestras vidas, estoy seguro que si cuando hables con DIOS, le expresas firmemente tu decisión de ser parte de este pacto en el cual te obligas a seguirle, amarle y obedecerle el te reafirmara tu inclusión y derramara aun mas de las bendiciones que ya derrama en tu vida. Amen.
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