2ª de
Samuel 21:10-14
21:10 Entonces
Rizpa hija de Aja tomó una tela de cilicio y la tendió para sí sobre el peñasco,
desde el principio de la siega hasta
que llovió sobre ellos agua del cielo; y no dejó que ninguna ave del
cielo se posase sobre ellos de día, ni fieras del campo de noche.
21:11 Y fue dicho a David lo que hacía Rizpa hija de Aja, concubina de Saúl.
21:12 Entonces David fue y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, de los hombres de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Bet-sán, donde los habían colgado los filisteos, cuando los filisteos mataron a Saúl en Gilboa;
21:13 e hizo llevar de allí los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo; y recogieron también los huesos de los ahorcados.
21:14 Y sepultaron los huesos de Saúl y los de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de Cis su padre; e hicieron todo lo que el rey había mandado. Y Dios fue propicio a la tierra después de esto.
El Día de Hoy reflexionaremos sobre un
personaje que pareciera ser no tiene la menor importancia Rizpa hija de aja; Rizpa
existe en los bordes de la historia de David. Como mujer y concubina de un rey
anterior, ella tenía pocas opciones. De hecho, su perspectiva parecía sombría y
depresiva. Sus dos hijos habían muerto y la familia de su “esposo” fallecido
estaba casi aniquilada; no obstante, ella actuó con nobleza, sin lamentar su
mala suerte. Su presencia en dos momentos cruciales de la historia de David la
hace definidora de reyes y constructora de la Nación. Todos podemos aprender
algo importante de Rizpa: la fidelidad no está condicionada por las
circunstancias o por la buena (o mala) fortuna. La fidelidad es un compromiso
incondicional para hacer lo que es correcto sin importar el costo.
Las concubinas solían ser tomadas de entre
las esclavas o las criadas de una familia, para producir herederos y, si tenían
descendientes varones, su condición social era similar a las de las esposas
regulares.
David aceptó el pedido de los gabaonitas,
y se encontraron siete descendientes de Saúl. Aquí aparece Rizpa otra vez. Los
dos hijos que tuvo con el rey Saúl están entre los elegidos para ser ejecutados
a fin de hacer expiación. En 2 Samuel 21:3 se usa para la palabra hebrea
expiación, un término técnico que también se usa para el Día de la Expiación en
Levítico 16.
Solo podemos imaginar el dolor y el duelo
de Rizpa mientras vigila los siete cuerpos ejecutados. Ella construye una
especie de tienda con cilicio, y allí, al aire libre, acampa cerca de los
cuerpos en descomposición, y los protege de ser profanados por aves y animales.
Rizpa no hace esto por un día ni por siete días, sino que vigila varias
semanas, hasta que comienzan a caer las lluvias de otoño. Rizpa es una madre
devota y se destaca como un ejemplo de fidelidad en medio de una historia
dominada por hombres que no siempre fueron fieles.
Al final de esta Historia me encanto la frase del
verso (14 que dice; Y Dios fue propicio a la tierra después de esto) , al estudiar la palabra que traduce “Propicio” es una
palabra Hebrea “Ratsa” que significa Quedar satisfecho con la Deuda, es
decir que Dios estaba satisfecho con lo sucedido No olvidando lo que en el
verso (1) de esta capitulo David había hecho; “Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por causa de Saúl, y por aquella casa
de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas.”, NO OLVIDEMOS CONSULTAR A
DIOS EN TODO LO QUE SUCEDA EN NUESTRA VIDA Y SER FIELES AUN CUANDO OTROS NO LO
ENTIENDAN. Amen.
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