2ª de Samuel 24: 5-10
24:6 Después fueron a
Galaad y a la tierra baja de Hodsi; y de allí a Danjaán y a los alrededores de
Sidón.
24:7 Fueron luego a la fortaleza de Tiro, y a todas las ciudades de los heveos y de los cananeos, y salieron al Neguev de Judá en Beerseba.
24:8 Después que hubieron recorrido toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días.
24:9 Y Joab dio el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de Judá quinientos mil hombres.
24:10 Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.
El día de ayer
decíamos lo curioso que resulta que después de un trabajo tan arduo como un
censo David al final simplemente se
arrepiente y pide perdón, y reflexionando sobre la forma en que fue
hecho este censo nos preguntamos cosas como, porque el censo duro tanto tiempo
si geográficamente no era muy extensa las ciudades que visitarían, Porque fue
Joab un Militar y no simplemente civiles, porque Dios daría primacía a la
información que viene en el verso (9) al señalarnos básicamente hombres en
primer lugar y después señalar que son fuertes y sacaban espada.
Hoy quisiera
enfocarme en la ultima pregunta porque solo refirió a Hombres fuertes que
sacaban espada y no refirió como
mujeres, niños ancianos, y hasta esclavos pues ellos formaban parte de la
Sociedad Hebrea.
No debemos olvidar
que la Sociedad hebrea estaba influenciada también por otras sociedades, y que
el pueblo eras rebelde en el tema de la obediencia, pero encontramos alguna
referencia del valor de la mujer en el libro del levítico capitulo 27 versos
del 1-8 que dicen substancialmente lo siguiente;
27:1 Habló Jehová a
Moisés, diciendo:
27:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno hiciere especial voto a Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así:
27:3 En cuanto al varón de veinte años hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario.
27:4 Y si fuere mujer, la estimarás en treinta siclos.
27:5 Y si fuere de cinco años hasta veinte, al varón lo estimarás en veinte siclos, y a la mujer en diez siclos.
27:6 Y si fuere de un mes hasta cinco años, entonces estimarás al varón en cinco siclos de plata, y a la mujer en tres siclos de plata.
27:7 Mas si fuere de sesenta años o más, al varón lo estimarás en quince siclos, y a la mujer en diez siclos.
Esta referencia
bíblica deja ver en cierto modo la forma en que la mujer era valorada en la
sociedad Hebrea, mas sin embargo la perspectiva para Dios es diferente también
encontramos menciones muy importantes de cómo era valorada la mujer como por
ejemplo Proverbios 12:4 31:10 que
dicen;
12:4 La mujer virtuosa es corona
de su marido;
Mas la mala, como carcoma en sus huesos.
Mas la mala, como carcoma en sus huesos.
31:10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas
La evidencia del verdadero valor de la mujer es un desafío
aun para las sociedades modernas en las cuales la figura masculina avasalla a las femenina
considerándola no apta para ciertas labores y trabajos aun hoy en día no es
difícil encontrar hombres que no le dan el valor tan especial que Dios le dio a
la mujer, el motivo por el cual en el censo de David no esta mencionada la
mujer obedece a que este censo salió del pensamiento y necesidad de la carne de
David, y no de Dios, si Dios hubiera sido quien inspirara a David para realizar
tal tarea seguramente la forma de hacerlo podría haber sido diferente, pero lo que si es un hecho claro y tangible
es que la forma en que debemos nosotros ver a nuestras mujeres, esposa, hijas,
o amistades es la forma en que Dios la ve, una criatura perfecta llena de
virtudes y con grandes posibilidades,
inteligentes y tiernas pero con la consigna de ser coronas a la cabeza de los
varones, demos a la mujer el lugar que Dios le ha dado. Amen.
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