2ª de Samuel 24: 5-10
24:6 Después fueron a
Galaad y a la tierra baja de Hodsi; y de allí a Danjaán y a los alrededores de
Sidón.
24:7 Fueron luego a la fortaleza de Tiro, y a todas las ciudades de los heveos y de los cananeos, y salieron al Neguev de Judá en Beerseba.
24:8 Después que hubieron recorrido toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días.
24:9 Y Joab dio el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de Judá quinientos mil hombres.
24:10 Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.
Que curioso resulta
que después de un trabajo tan arduo como un censo David al final simplemente se arrepiente y pide perdón,
antes de reflexionar sobre esto en particular, debemos hacernos algunas
preguntas que nos ayuden a comprender porque David tuvo en mente realizar un
Censo sin el consentimiento de Dios, como por ejemplo; porque el censo duro tanto tiempo si
geográficamente no era muy extensa las ciudades que visitarían, Porque fue Joab
un Militar y no simplemente civiles, porque Dios daría primacía a la
información que viene en el verso (9) al señalarnos básicamente hombres en
primer lugar y después señalar que son fuertes y sacaban espada.
Los comienzos de la estadística
pueden ser hallados en el antiguo Egipto, cuyos faraones lograron recopilar,
hacia el año 3050 antes de Cristo, prolijos datos relativos a la población y la
riqueza del país. De acuerdo al historiador griego Herodoto, dicho registro de
riqueza y población se hizo con el objetivo de preparar la construcción de las
pirámides. En el mismo Egipto, Ramsés II hizo un censo de las tierras con el
objeto de verificar un nuevo reparto.
En el antiguo Israel la Biblia da
referencias, en el libro de los Números, de los datos estadísticos obtenidos en
dos recuentos de la población hebrea. El
rey David por otra parte, ordenó a Joab, general del ejército hacer un censo de
Israel con la finalidad de conocer el número de la población.
En los tiempos modernos tales métodos
fueron resucitados por algunos reyes que necesitaban conocer las riquezas
monetarias y el potencial humano de sus respectivos países. El primer empleo de
los datos estadísticos para fines ajenos a la política tuvo lugar en 1691 y
estuvo a cargo de Gaspar Neumann, un profesor alemán que vivía en Breslau. Este
investigador se propuso destruir la antigua creencia popular de que en los años
terminados en siete moría más gente que en los restantes, y para lograrlo hurgó
pacientemente en los archivos parroquiales de la ciudad. Después de revisar
miles de partidas de defunción pudo demostrar que en tales años no fallecían
más personas que en los demás. Los procedimientos de Neumann fueron conocidos
por el astrónomo inglés Halley, descubridor del cometa que lleva su nombre,
quien los aplicó al estudio de la vida humana. Sus cálculos sirvieron de base
para las tablas de mortalidad que hoy utilizan todas las compañías de seguros.
Debemos entender que la historia de
los censos se relaciona directamente a cuestiones de orden político y sobre
todo lo utilizaban Los Reyes y Gobernantes para saber con cuantos hombres
contaban para una eventual batalla, con ello también contaban su potencial y sus
posibilidades en la guerra, no debemos olvidar el contexto en el cual se
desenvolvía David, un lugar que estaba plagado de enemigos que a la menor
provocación iniciaban una guerra, pero el pensar así solo denota que David en
ocasiones olvidaba las promesas que Dios le Había hecho y que constantemente el
mismo cantaba en los Salmos;
1:5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
1:6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.
3:3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
16:1 Guárdame,
oh Dios, porque en ti he confiado.
16:2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
No hay para mí bien fuera de ti.
El motivo por el cual Joab fue el
encargado de Realizar el censo obedece a que la zona geográfica en la cual se desenvolvía
era muy peligrosa estaban rodeados de enemigos naturales y se requería para esa
tarea de gente armada y que infundiera respeto, pero traduciendo este verso a una enseñanza practica
para nuestra vida podríamos decir que si decimos que JEHOVA DIOS es nuestro
pronto auxilio en la tribulación no lo hagamos de dientes para afuera, no
simplemente repitamos frases gastadas de confianza, hagamos de nuestra vida la
mejor carta de presentación para Dios, si confiamos en el debemos demostrarlo,
haciendo cosas que a el le agradan y para saber que le agrada te Doy un Consejo;
PREGUNTASELO.
Amen.
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