A SOLAS CON DIOS.
LA IMPORTANCIA DEL NOMBRE DE DIOS.
Tener la conciencia del nombre o
nombres que tiene nuestro amado Dios es algo que debemos meditar y dejar claro
en nuestras propias oraciones, regularmente al elevar nuestras oraciones
utilizamos diferentes Adjetivos, o Epítetos que nos ayudan a comunicarnos con
nuestro Creador, pero a la verdad somos bastante parcos y simplistas si tenemos
claro que Adonaí, tiene mas de 20 nombre diferentes en los cuales cada uno
trata de ejemplificar un aspecto del carácter de Dios, nuestras oraciones
pueden tener esa variante y llamar a nuestro Adonaí, por uno de sus tantos
nombre siempre y cuando tengamos claro
que decimos pues a cada uno de ellos tiene un significado diferente.
John Mac Arthur dice:
“… Que apropiado que es entonces el
hecho de que la primera petición del modelo de nuestra oración se enfoque en
Dios, “santificado sea su nombre” …”
“…Nuestra Primera petición no debe
ser para nuestro beneficio sino para el, Por lo tanto “Santificado sea tu
nombre” es una advertencia en contra de la oración que busca su propio Interés
porque abarca completamente la naturaleza de Dios y la respuesta del Hombre a
ella…”
“…El nombre mas hebreo mas conocido de Dios es Yahvé y aparece
primero en Éxodo 3:14 donde Dijo “YO SOY EL QUE SOY” el otro nombre mas conocido es ADONAI, significa “SEÑOR DIOS” …”
Cuando ORAMOS "SANTIFICADO SEA TU NOMBRE", lo primero que debemos intentar
comprender es el significado de esas palabras "santificado
sea".
Cualquier cristiano medianamente instruido sabe que aquí no podemos pedir el
que Dios sea hecho santo. Y eso por la sencilla razón de que si alguien hay
santo sobre todas las cosas, ése es precisamente Dios. Dios es santo, el 'santo
de Israel', como le llama tantas veces la Escritura. Las palabras santo,
santidad, indican en cierto modo una separación, algo que es objeto de culto y
por eso se aparta de lo profano, lo que forma la vida corriente de los hombres.
Este es su significado primitivo. Pero, en realidad, decir que Dios es santo
significa que él es alguien distinto de los hombres, totalmente otro, que no se
confunde con nada humano. Afirmar que Dios es santo viene a ser tOMARSE EN SERIO A DIOS,
RECONOCER QUE ÉL NO ES UNA CREACIÓN DEL SUEÑO INSATISFECHO DE LOS HUMANOS, Decir que Dios es santo supone reconocer
que existe independiente frente a nuestra existencia, es más, que nuestra
existencia y la de todo cuanto existe, depende radicalmente de él, y sin él no
hubiera existido.
Por consiguiente santificar a Dios
significa reconocerle como aquel que verdaderamente es y por el que son todas
las cosas, aquel por quien cada uno de nosotros existe. AMEN.
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