domingo, 28 de octubre de 2012

AGRADECIMIENTO Y GRATITUD EN LA PRUEBA



AHORA LO SE.

JOB 3: 1, 2,  3, 11, 20, 25, Y 26 (TLA)

Llegó el momento en que Job ya no pudo más y comenzó a maldecir el día en que nació. Entonces, dijo:

Maldito sea el día en que nací, Maldita la noche en que anunciaron: Fue niño

Mejor hubiera nacido muerto. Así nadie me habría abrazado, ni me habría amamantado, y ahora estaría descansando en paz.

¿Por qué nos deja nacer Dios
si en la vida sólo vamos a sufrir?

¿Por qué deja seguir viviendo
a los que viven amargados?


Ya he perdido la paz. Mis peores temores se han hecho realidad.

Definitivamente Job había perdido la esperanza en lo que estaba sucediendo, nos mostraba ahora la parte humana de este varón que siempre ha sido catalogado como un varón, recto, perfecto apartado del mal, y sobre temeroso  de Dios, que cosas tan raras existen en el Reino de nuestro Señor, un DIA ESTAS BIEN, CON TODO AQUELLO QUE PUEDES TENER, SALUD, DINERO, FAMILIA, Y OTRO DIA NO TIENES NADA, las palabras de Job demostraron dos cosas que los planes de nuestro Señor son perfectos y el sabe cuando y donde sucederán y la segunda nuestra debilidad manifiesta, es increíble pero justamente en estos momentos de prueba es cuando lo primero que manifestamos es nuestra debilidad y dolor, es cuando dentro de ese plan de Dios esta nuestro reconocimiento a su grandeza y poder y nuestra humillación a el, es entender que sin el nada podemos hacer, que sin el nada somos, es mostrar una dependencia genuina y franca a sus designios.

En este segundo punto la pongamos atención a la forma en que reaccionamos como humanos, y curioso resulta la NATURALEZA HUMANA, pues cuando algo bueno viene a nuestra vida en forma natural sonreímos y nuestras manifestaciones son mas que elocuentes pero que sucede en la prueba, TODO LO CONTRARIO, ahí son donde las palabras de JOB cobran una fuerza especial;

Job 2: 10

Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. 

Así como recibimos las cosas buenas aprendamos a recibir las pruebas a nuestra vida, con agradecimiento y gratitud. Amen. 

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