LA PRESENCIA DE DIOS EN EL SUFRIMIENTO.
JOB 2:11-13
Reina Valera 1960.
2:11 Y tres amigos de Job, Elifaz
temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este
mal que le había sobrevenido, vinieron
cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse
de él y para consolarle.
2:12 Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.
2:13 Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande.
Hoy seria bueno
analizar las preguntas de los amigos de Job, todas ellas al leerlas podemos
decir en forma general que son correctas que están basadas en la sabiduría
humana, pero muy alejadas de la sabiduría divina, estos responden con dos cosas
compasión y consuelo, que incluye esa identificación con el que sufre y dos
consolar tratando de aminorar el dolor ayudándolo a mitigar esa experiencia tan
difícil.
La presencia de
estos amigos y lo que ellos hicieron tal
y como dice el verso 13 nos dice lo que significa el silencio en una situación
de estas; el autor del Libro “BUENOS DIAS BUENOS AMIGOS” CHARLES R. SWILDOLLS,
nos relata en uno de sus devocionales la vida y sucesos de Joseph Bayly, muerto
en 1986, en la forma en que perdió a tres
de sus hijos, uno de ellos cuando apenas tenia 18 días de nacido, el
segundo de cinco años de edad debido a la leucemia y el tercero de dieciocho
años de edad, y de cómo llegaron varios de sus amigos en estas situaciones pero
relata como dos de ellos particularmente se comportaron el primero con una
serie de consejos que escucho por mas de una hora y que agradece pero que al
final del día relata pasaban por su mente sin quedarse anclados, el segundo un
amigo que llego y solamente se sentó junto a el también por una hora, este
solamente le escucho y cuando el esbozaba algo el contestaba, ahí comprendió
que Dios obra en el silencio y siempre esta pendiente de sus hijos, solamente
quienes hemos perdido a un Hijo podemos saber la tristeza que produce tal
evento, te lleva al limite de tus fuerzas y te confronta con la vida misma,
pero al final del día cuando estas totalmente vencido Dios actúa y esta
presente para sostenerte y darte animo de seguir.
No debemos
permitir que el enemigo tome terreno en nuestras debilidades, por el contrario
busquemos mas y mas el apoyo y dirección de nuestro Señor Jesús así podremos
enfrentar la dificultad y la prueba saliendo victoriosos. Amen.
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