martes, 13 de noviembre de 2012

EL PROPOSITO DE DIOS EN LA PRUEBA




EL PROPOSITO DE DIOS EN LA PRUEBA.

JOB 23: 1-3  (RV60)

23:1 Respondió Job, y dijo: 23:2 Hoy también hablaré con amarguraPorque es más grave mi llaga que mi gemido. 23:3 ¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla.

JOB 23: 1-3  (TLA)
23 Job le respondió a Elifaz: A pesar de todo lo dicho, y de lo amargo de mis quejas, Dios me sigue castigando. Si yo supiera dónde vive, iría corriendo a buscarlo;

Que claridad de mente demuestra el Varón Job, sabia perfectamente y tenia definido su sentir estaba totalmente frustrado y dice el verso (2) hablaba con amargura, si recordamos el devocional del día de ayer decimos que el enojo tiene un ciclo, después de que tenemos el enojo, este produce aislamiento y después apatía, es aquí donde debemos hacer una pausa y habiendo entendido  este proceso reaccionar y regresar al camino correcto, lo complicado de este ciclo es que después de la apatía viene el resentimiento y después la amargura, estas dos ultimas etapas son las que representan un mayor problema pues quedan guardadas en el corazón y en muchos de los casos se convierten en parte de nuestra vida de nuestro diario actuar, si lo que buscamos es manejar el enojo y saber controlarlo y manejarlo adecuadamente debemos pedir a Dios su ayuda y dirección para hacerlo.

Job sabe perfectamente lo que le sucede y reconoce que las raíces de amargura se han infiltrado en su ser y corazón la palabra utilizada para amargura es la palabra  (merat 4804) (merit 4805) que tiene un significado muy especial; ser arrancado, ser rebelde, irritado, provocado,  rebelde, es evidente que Job si estaba enojado y sus manifestaciones físicas correspondían a esta palabra, por ello debemos estar preparados para enfrentar la prueba donde el enojo sea parte de ella. Amen.

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