UN COMIENZO BRUTAL.
HECHOS 5:29-32
(RV60)
5:29 Respondiendo Pedro y los
apóstoles, dijeron: Es
necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. 5:30 El Dios de nuestros padres levantó a
Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. 5:31 A
éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a
Israel arrepentimiento y perdón de pecados. 5:32 Y nosotros somos
testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado
Dios a los que le obedecen.
HECHOS 5:29-32 (TLA)
29 Pedro y los demás apóstoles
respondieron:
Nosotros primero
obedecemos a Dios, y después a los humanos. 30 Ustedes
mataron a Jesús en una cruz, pero el Dios a quien adoraron nuestros antepasados
lo resucitó. 31 Dios ha hecho
que Jesús se siente a la derecha de su trono,[a] y lo ha nombrado Jefe y Salvador, para
que el pueblo de Israel deje de pecar y Dios le perdone sus pecados. 32 Nosotros
somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo. Porque Dios da su
Espíritu Santo a todos los que lo obedecen.
Hoy comenzamos a meditar sobre la vida de un Hombre excepcional llamado “SAULO DE TARSO” mejor conocido
como Pablo, es verdaderamente
importante conocer y vivir un poco de lo que Pablo vivió, es bueno colocarse en
sus zapatos o mejor dicho sandalias y caminar un poco con el esta gran aventura
de gracia y fe, este hombre
es conocido como el Apóstol de la Gracia, es un punto vital en la comprensión
de quien es el y lo que significa en nuestro crecimiento Cristiano, se trata
del hombre que escenifico y presencio la muerte del primer mártir cristiano, su
sangre mancho sus ropas y su actuar no fue el de una persona que podríamos
decir; lo escojo como amigo, sino como de aquellas personas a las
cuales uno les rehúye y no quisiera que se acercaran a nuestro hogar, pero al
final del día se trata del autor de la mayor parte del nuevo testamento, las
cartas a los corintios, Romanos, Gálatas
y otras mas nos hacen reflexionar en lo importante que fue para Dios
utilizar a este hombre que a primera vista fue catalogado como sanguinario y
sin sentimientos.
San Pablo, que originalmente llevaba el nombre hebreo de Saulo,
pertenecía a la tribu de Benjamín.
Él nació en Tarso, capital de Cilicia (Asia
Menor), que se destacaba, en aquel tiempo, por su academia griega y la cultura
de sus habitantes. Siendo nativo de esta ciudad y descendiente de judíos
liberados de la esclavitud romana, Pablo tenía los derechos del ciudadano
romano. En Tarso, recibió su primera educación y allí mismo conoció la cultura
pagana, ya que en sus prédicas y epístolas se hayan en claro el signo de haber
conocido a los escritores paganos (Hechos. 17:28; 1 Corintios 15:33; Tito.
1:12).
Su instrucción final la recibió en Jerusalén, en la famosa academia
rabínica del renombrado maestro Gamaliel (Hechos. 22:3) que era
considerado un gran conocedor de la Ley a pesar de pertenecer a la
fracción farisea. Era un librepensador (Hechos. 5:34) y admirador de la
sabiduría griega.
Hoy simplemente quisiera que meditáramos en un aspecto de la vida de este
hombre, que tipo de herramientas usa Dios para darle gloria a su nombre, si
utilizo a Pablo, con facilidad utilizara tu vida y la mía para su Gloria,
debemos dejarnos utilizar y ser dóciles a sus instrucciones.
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