jueves, 20 de octubre de 2011

DIA 11. OPERACION JESUS. YA ENCONTRASTE TU ETIOPE.







DIA 11 OPERACION JESUS.

HECHOS 8:27.

8:27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, 

Hoy quisiera comenzar con una frase que encontré en un Blog de la Iglesia Cristiana “Dunamis” que dice;

“…SI ESTUDIAMOS EL PASADO COMPRENDEREMOS EL PRESENTE Y CREEREMOS AL FUTURO…”

Pidámosle a Dios abra completamente nuestro entendimiento a sus enseñanzas y nos revele los misterios insondables de los que habla la Biblia, al buscar la enseñanza de los versos del Libro de los Hechos en su capitulo 8 encontramos primeramente un personaje digno de toda reverencia Humana, con una serie de características muy especiales; EUNUCO,  FUNCIONARIO, RICO Y CULTO, digámoslo de esta manera era todo un personaje de esos que vemos hoy en día  en un auto Blindado con dos autos atrás resguardándolo, viviendo en una gran mansión de las lomas y con una cuenta Bancaria tan abultada que ya no sabe lo que tiene, definitivamente este etíope representa al mundo a los valores sobre los cuales se funda nuestra sociedad, “CUANTO TIENES, CUENTO VALES”, pero hay una diferencia enorme entre este Etíope y el mundo actual, estaba en busca de alguien o algo que lo trasformara, dice la parte final de verso que había ido a Jerusalén a Adorar, tal vez no era necesario ir hasta Jerusalén para adorar a Dios pero si era necesario ir, porque Dios le tenia algo especial en su camino, era tener un encuentro con el DIOS VIVIENTE.

Hay un articulo Publicado por un Pastor de Nombre Lisandro Orlov que dice;

“…El eunuco es el primer bautizado que no pertenece al pueblo judío. Es todo un símbolo, tanto por su cultura y nacionalidad, como por su situación sexual. El Espíritu Santo fuerza y obliga al apóstol Felipe a abrirse a esta realidad así como obliga a la Iglesia hoy en día a abrirse a nuevas culturas y realidades. La comunidad cristiana, como toda comunidad humana, tiende a identificarse con valores culturales y religiosos conocidos y tiene miedo a abrirse a nuevas situaciones. El Espíritu Santo, en la imagen del ángel,  empuja y abre con fuerza los ojos de la iglesia a esas situaciones.

La introducción por parte del Espíritu Santo del etíope, que a la vez es eunuco, tiene una carga emotiva y significativa muy fuerte. La palabra Etiopía podía significar para los griegos todo el África aún cuando designaba una zona específica al sur del Sudán. Extrañamente este reino era gobernado siempre por la “reina madre”, es decir que nos encontramos, en medio de un mar patriarcal, con una isla donde impera el matriarcado.  Para la Biblia, Etiopía era un término muy conocido, pero además de su significado geográfico tenia un concepto más amplio y se lo utilizaba para designar los confines del mundo. Por lo tanto, el hecho de que este bautizado fuera etíope nos lleva a pensar en la incorporación en la comunidad cristiana de todos los pueblos y personas que están viviendo en las márgenes de la historia oficial.

Este es un relato en el cual el Espíritu empuja a la iglesia primitiva a abrirse a todos los que están en los confines de la sociedad de consumo y que son culturalmente diferentes. Este bautismo será una anticipación de todos los bautismos e inclusiones a la cual la iglesia, por obra del Espíritu Santo, esta obligada y abierta.

A pesar del aprecio que Lucas tenía por la paz impuesta por los romanos y sus instituciones, no admite límites en la proclamación del evangelio. Tampoco se identifica con una determinada forma de vivir el mensaje de Dios y nadie queda excluido del Reino. La escena se produce en un camino desierto como es el camino que debe transitar una pastoral nueva y llena de desafíos. En ese caminar no existen modelos ni senderos ya recorridos y probados.

Es importante también considerar la condición de “eunuco” del funcionario de la reina madre de Etiopía. Este no es un dato menor ni circunstancial. Forma parte integrante de esta escena y le da una dimensión aún más amplia que el concepto cultural porque va a una situación específica de esa persona.

El ser eunuco en el contexto de la tradición religiosa judía implicaba una impureza o imperfección moral o existencial que los excluís del templo y de toda la vida religiosa. En el Antiguo Testamento se declaraba que con todas las palabras:

“El que tenga los testículos mutilados o el pene cortado no será admitido en la asamblea del Señor” (Deuteronomio 23: 2).

El Espíritu Santo empuja al apóstol Felipe a dejar de lado esta afirmación de la Ley para vivir el Evangelio. Esta actitud también nos provee una metodología para leer las Escrituras desde una nueva óptica. Esta acción de Felipe debió resultar un escándalo para los religiosos sinceros y fieles de ese tiempo. Esta escena era un escándalo. La comunidad cristiana nace en medio del escándalo y desafía las estrechas lecturas de las Escrituras.

Seguramente Felipe podía afirmarse en otro texto de la escritura que afirmaba:

“Porque así habla el Señor: A los eunucos que observen mis sábados, que elijan lo que a mi me agrada y se mantengan firmes en mi alianza, yo les daré en mi Casa y dentro de mis muros un monumento y un nombre más valioso que los hijos y las hijas; les daré un nombre perpetuo que no se borrará” (Isaías 56: 4-5).

Esta es otra indicación de cómo trabajar un texto bíblico. Nunca lo podemos aislar de la totalidad del mensaje contenido y desarrollado en las escrituras. Todo texto se complementa y se entiende, tanto desde el contexto, como de la totalidad del mensaje evangélico. Aislado puede transformarse en un elemento contrario y opuesto al Espíritu. Solamente el Espíritu de Jesús puede interpretar las Escrituras…”

Es claro querido hermano  que Dios nos ha llamado a proclamar su evangelio a las personas mas extrañas y en los lugares mas extraños, no es una casualidad que Dios permita que Viajemos porque justamente es el momento de oportunidad como el que dio a Felipe, no lo desaprovechemos. Amen. 

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