lunes, 24 de octubre de 2011

DIA 15 OPERACION JESUS W.W.J.D. Has pensado en esta Contracción y aplicarla a tu vida.




DIA 15 OPERACION JESUS.

MATEO 7: 16-20

7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

7:18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.

7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de los falsos profetas, Al peligro del camino ancho con senda a la perdición, puede unírsele aquí el peligro que para lo mismo aportan los falsos profetas. El falso profeta o profeta de mentira era conocido en la vieja historia de Israel. Siempre la ambición, el falso celo o la enfermedad hizo surgir este tipo de personas. Jesús hablará y profetizará varias veces la presencia de estos falsos que pretenden de seducir al pueblo, Mateo inserta luego una sentencia que fue utilizada por él en la predicación del Bautista: Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Estas formas pasivas es cortado y es arrojado  tienen por sujeto de actuación a Dios, según el uso frecuente de las mismas en la literatura rabínica.

El sentido histórico de este pasaje son los fariseos. Pero posiblemente incorpora estas sentencias con un sentido histórico también a causa de un fenómeno religioso contemporáneo de la composición de los evangelios: los judaizantes y la infiltración y desconcierto que producían en la Iglesia primitiva los herejes.

La figura del árbol utilizada por el Señor es muy gráfica. Un árbol frutal hay que cuidarlo, regarlo, evitar que insectos o microorganismos lo infecten, cuidar que los pájaros no se coman los frutos, etc. De la misma manera, si nosotros queremos dar buenos frutos debemos cuidar de nosotros mismos: “regándonos” con la Palabra de Dios todas las mañanas y si es posible también de tarde y de noche, los ejercicios de la oración; evitando todo aquello nos “infecta”: las tentaciones, el pecado; cuidando que el demonio, el mundo y nuestro hombre viejo “se coman” nuestras buenas intenciones y resoluciones.

El Señor habla del fruto bueno y del fruto malo. Los frutos son las consecuencias visibles de nuestras opciones y actos. Si actuamos bien, tendremos buenos frutos, y eso será un indicativo de que lo que hacemos es de Dios, es parte de su Plan de Amor. Así, los frutos buenos señalan que nos estamos acercando más al Señor, y los frutos malos que nos alejamos de Él y de su Plan. Pero hay que señalar que la bondad del fruto no está relacionada necesariamente con el éxito material o personal, con la eficacia o algo similar. La bondad de los frutos a la que se refiere el Señor Jesús es el bien de la persona y las personas, la realización y plenitud.

Digamos que también el Señor dejo claro como podemos dar buenos frutos solo basta recordar Juan 15:5 que dice;

Juan 15:5

15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 

La clave para dar buen fruto está en permanecer en el Señor Jesús. Y permanecer en Él no es otra cosa que buscar ser otro Cristo es decir ser imitadores de el y sus enseñanzas: teniendo los mismos pensamientos, sentimientos y modos de obrar que el Señor. Debemos preguntarnos constantemente: ¿los pensamientos que tengo son los pensamientos que hubiera tenido el Señor? ¿Estos sentimientos que experimento son los que Jesús tendría? ¿Es mi acción como la de Cristo? Así en una forma practica podremos ser verdaderos discípulos y aplicar esa frase que utilizan los jóvenes que se traduce WWJD, WHATH WILL JESUS DO. (QUE HARIA JESUS EN MI LUGAR). AMEN. 

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