jueves, 3 de noviembre de 2011

DIA 25 OPERACION JESUS. UN INTERCESOR ESTA OBLIGADO A CONOCER MUY BIEN A JESUS.



DIA 25 OPERACION JESUS.

UNETE AL PROYECTO DE JESUS

SALMO 106:23

106:23 Y trató de destruirlos, De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él, A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.

Encuentro de gran valía entender el significado de dos cosas UNA DE ELLAS ES EL ORAR CONSTANTEMENTE Y LA SEGUNDA HACERLO POR OTRAS PERSONAS, las dos llevan a un solo camino ejercitarnos en el conocimiento de Dios, aquella persona que Ora constantemente cumple a cabalidad dos versos de la Biblia que dicen;

1ª de Tesalonicenses 5:17

“Orad sin cesar.”

Efesios 6:18

orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”

Esta primer parte nos enseña algo increíble que no habrá una oración intercesora real verdadera, significativa ante Dios si no se cumple la instrucción de orar constantemente pues de ello deriva el conocimiento y relación profunda de Dios, un hombre que ora sin cesar y en todo momento es un hombre que se ejercita en el conocimiento de Dios, es un Hombre que experimenta invariablemente su comunión que se deleita en ello y goza en hacerlo, la enseñanza e instrucción de Pablo era tan profunda que es todo un reto entenderla, pero en el capitulo 3 verso 17 nos dice con claridad para que debemos orar sin cesar y en todo momento;

3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,


Una vez que hemos instruido nuestra mente y cuerpo a la fina tarea de la oración y que podemos entender que la oración es como dice el devocional alinearnos con la voluntad de nuestro creador, entonces podemos iniciar con la tarea de intercesión, pues nuestro adiestramiento ha subido al siguiente nivel, es decir hemos experimentado saber con claridad la comunión de Dios y saber que todo aquello que pedimos en el Nombre de Jesús es pedirle se haga su voluntad y no la nuestra, podemos utilizar el ejemplo de Daniel (6:10) que nos habla de algo básico;

6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

Pero todos sabemos que la falta de tiempo no es un motivo real sino una excusa, que no es lo mismo. Ante la pereza, la desmotivación, la falta de fe de que de verdad importe o marque diferencias en la vida, la sensación de que al fin de cuentas la oración pocas veces consigue su objetivo, etc., etc., poco a poco va decayendo el tiempo que se pasa en oración. Y en tales circunstancias es saludable el toque de atención del apóstol: Orad sin cesar, o sea, No dejéis de orar. Que nada te robe el hábito de pasar buenos ratos dedicados a la oración.


Daniel también conocía la estrategia 30/30 pues además de ello en esta estrategia que el seguía se jugaba la vida pues desafiaba la autoridad de faraón y de todos aquellos que no coincidían con su pensar y creencia, pero ahora pasemos al segundo de los puntos a meditar la ORACION DE INTERCESION sobre ella; La intercesión es la oración por otros. Un intercesor es uno que toma el lugar o suplica por el caso de otro.
Encontré un pasaje en un blog que dice;

Hay una idea errónea en el cristianismo contemporáneo, de que aquellos que ofrecen oraciones intercesoras por otros, son una clase especial de súper-cristianos, llamados por Dios para un ministerio de intercesión. Nada podría estar más lejos de la verdad. La Biblia es clara en que todos los cristianos son llamados a ser intercesores. Todos los cristianos tenemos al Espíritu Santo en nuestros corazones, y, así como Él intercede por nosotros de acuerdo con la voluntad de Dios (Romanos 8:26-27), nosotros debemos interceder unos por otros. Esto no es un privilegio limitado a una exclusiva élite de cristianos; este es un mandato para todos. De hecho, el no ofrecer intercesión por otros, es pecado. “Así que, lejos sea de mi que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros.” (1 Samuel 12:23).

La realidad de la Oración Intercesora esta en nuestro propio corazón, aquellos que sientan la necesidad de orar unos por otros estarán cumpliendo fielmente su trabajo ante Dios, Amen. 

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