DIA 25 OPERACION JESUS.
UNETE AL PROYECTO DE
JESUS
SALMO 106:23
106:23 Y
trató de destruirlos, De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de
él, A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.
Encuentro de gran valía
entender el significado de dos cosas UNA DE ELLAS ES EL ORAR CONSTANTEMENTE Y
LA SEGUNDA HACERLO POR OTRAS PERSONAS, las dos llevan a un solo camino
ejercitarnos en el conocimiento de Dios, aquella persona que Ora constantemente
cumple a cabalidad dos versos de la Biblia que dicen;
1ª de Tesalonicenses 5:17
“Orad
sin cesar.”
Efesios
6:18
“orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en
ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”
Esta primer parte nos enseña algo increíble que no habrá una oración
intercesora real verdadera, significativa ante Dios si no se cumple la
instrucción de orar constantemente pues de ello deriva el conocimiento y
relación profunda de Dios, un hombre que ora sin cesar y en todo momento es un
hombre que se ejercita en el conocimiento de Dios, es un Hombre que experimenta
invariablemente su comunión que se deleita en ello y goza en hacerlo, la
enseñanza e instrucción de Pablo era tan profunda que es todo un reto
entenderla, pero en el capitulo 3 verso 17 nos dice con claridad para que debemos
orar sin cesar y en todo momento;
3:17 para
que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y
cimentados en amor,
Una vez que hemos instruido nuestra mente y cuerpo a la fina tarea de la
oración y que podemos entender que la oración es como dice el devocional
alinearnos con la voluntad de nuestro creador, entonces podemos iniciar con la
tarea de intercesión, pues nuestro adiestramiento ha subido al siguiente nivel,
es decir hemos experimentado saber con claridad la comunión de Dios y saber que
todo aquello que pedimos en el Nombre de Jesús es pedirle se haga su voluntad y
no la nuestra, podemos utilizar el ejemplo de Daniel (6:10) que nos habla de
algo básico;
6:10 Cuando Daniel supo que el edicto
había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que
daban hacia Jerusalén, se arrodillaba
tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía
hacer antes.
Pero todos sabemos que la falta de
tiempo no es un motivo real sino una excusa, que no es lo mismo. Ante la
pereza, la desmotivación, la falta de fe de que de verdad importe o marque
diferencias en la vida, la sensación de que al fin de cuentas la oración pocas
veces consigue su objetivo, etc., etc., poco a poco va decayendo el tiempo que
se pasa en oración. Y en tales circunstancias es saludable el toque de atención
del apóstol: Orad sin cesar, o sea, No dejéis de orar. Que nada te robe el
hábito de pasar buenos ratos dedicados a la oración.
Daniel también
conocía la estrategia 30/30 pues además de ello en esta estrategia que el
seguía se jugaba la vida pues desafiaba la autoridad de faraón y de todos
aquellos que no coincidían con su pensar y creencia, pero ahora pasemos al
segundo de los puntos a meditar la ORACION
DE INTERCESION sobre ella; La intercesión es
la oración por otros. Un intercesor es uno que toma el lugar o suplica por el
caso de otro.
Encontré
un pasaje en un blog que dice;
Hay una idea errónea en el cristianismo contemporáneo,
de que aquellos que ofrecen oraciones intercesoras por otros, son una clase
especial de súper-cristianos, llamados por Dios para un ministerio de
intercesión. Nada podría estar más lejos de la verdad. La Biblia es clara en
que todos los cristianos son llamados a ser intercesores. Todos los cristianos
tenemos al Espíritu Santo en nuestros corazones, y, así como Él intercede por
nosotros de acuerdo con la voluntad de Dios (Romanos 8:26-27), nosotros debemos
interceder unos por otros. Esto no es un privilegio limitado a una exclusiva
élite de cristianos; este es un mandato para todos. De hecho, el no ofrecer
intercesión por otros, es pecado. “Así que, lejos sea de mi que peque yo contra
Jehová cesando de rogar por vosotros.” (1 Samuel 12:23).
La realidad de
la Oración Intercesora esta en nuestro propio corazón, aquellos que sientan la
necesidad de orar unos por otros estarán cumpliendo fielmente su trabajo ante
Dios, Amen.
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