DIA 38 OPERACION JESUS.
3:7 Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
3:12 No que
lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui
también asido por Cristo Jesús.
Una vida antes
y Una Vida después, Pablo tenia muy
claro que el viejo hombre había muerto en el, y que su nueva manera de
vivir tenia una serie de características que necesitaba ver como oportunidades,
sabiendo que los material y lo espiritual no están Juntos en la vida que Dios
nos ofrece, Qué cambio tan
maravilloso opero en Saulo, tenía muchas
fuentes de “ganancia”. Había Obtenido fama, distinción y muchos honores
alrededor de su nombre. Había hecho grandes progresos en el judaísmo como pocos
de sus pares. Había logrado una justicia legal en la cual nadie podía hallar
ninguna falta. Su celo, su conocimiento y su moralidad eran del orden más
elevado. Pero desde el momento que
Cristo le fue revelado, se produjo un giro de 180 grados. Todo
cambió. Su justicia, su erudición, su elevada moral, todo aquello que, para
Pablo, podía en algún sentido ser considerado ganancia, ahora pasó a ser
basura.
No habla de abiertos pecados, sino de
aquellas cosas que él justamente podía estimar como ganancia. La
gloria de Cristo que le fue revelada, había modificado tan sustancialmente la
corriente de pensamientos de Pablo, que las mismas cosas que él en un tiempo
estimaba como una positiva ganancia, ahora las consideraba una positiva
pérdida.
Hay varias preguntas que podemos
hacernos válidamente en este pasaje de Filipenses 3;
Si Cristo es hecho justicia de Dios
para mí, ¿no es acaso una pérdida
para mí tener una justicia propia? Seguramente que sí.
Si he alcanzado lo que es divino, ¿tengo necesidad de aquello que es
humano? Claramente que no.
Cuanto más completamente pueda
despojarme y vaciarme de todo aquello en lo cual el “yo” es capaz de gloriarse, o que
pudiese ser “para mí ganancia”, tanto mejor, puesto que esto es lo único
que me hace tanto más apto para tener a un Cristo pleno y absolutamente
suficiente.
Todo lo que tienda a exaltar el “yo”
ya sea religiosidad, moralidad, respetabilidad, riqueza, gloria, belleza
personal, inteligencia o filantropía, no constituye sino un positivo obstáculo
para nuestro gozo de Cristo, tanto como el fundamento de la conciencia como el
objeto del corazón. Quiera el Espíritu de Dios hacer que Cristo sea más
precioso para nuestros corazones.
Pablo había dejado como “perdida” todo lo que para el era
de gran estima con el fin de ser fiel a Cristo. Hay cosas
que aunque tienen mucho valor de un punto de vista humano, se convierten en
tropiezo para la vida espiritual. Pablo tuvo que deshacerse de su ‘CURRICULUM VITAE’ para obtener a Cristo. Pablo tenía
mucho de que gloriarse pero todo eso que el poseía no le servía de nada en
cuanto a agradar a su Señor. El prefirió tener pérdida material pero
ganancia espiritual, esa es la actitud que debemos tomar como ejemplo, si al
haber seguido esta campaña de OPERACIÓN JESUS, la conclusión debe ser esta independientemente de todas aquellas
estrategias que hemos desarrollado. Amen.
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