A solas con Dios.
"Hagase tu Voluntad"
“John MacArthur”
“… Uno de los dilemas que mas han debatido los Cristianos
durante siglos es si Dios logra hacer su voluntad sin importar si oramos o no…”
“… Dos puntos de vista doctrinales básicos se han ofrecido para
brindar luz a esta pregunta, un punto de vista enfatiza la soberanía de Dios, y
en su aplicación extrema sostiene que Dios obrara según su perfecta voluntad, sin importar como
oren las personas, e incluso si es que no oran las personas…”
“… En el extremo opuesto esta el punto de vista que sostiene
que las acciones de Dios en lo que concierne a nosotros están mayormente
determinados por nuestras oraciones, nuestras suplicas persistentes causaran
que Dios haga por nosotros lo que no hará de otra forma…”
Mucho se
ha especulado sobre el tema. Y muchos creyentes se hacen la pregunta que
encabeza el presente artículo. Esa curiosidad, por lo general, es sana, pues en
el servicio cristiano la aprobación o la desaprobación por parte de Dios
depende del conocimiento y cumplimiento de su voluntad.
Para el
Señor Jesucristo la sumisión a la voluntad del Padre era tan vital como el
alimento para el cuerpo Juan 4:32 y Juan 5:30. Y algunos ejemplos bíblicos nos
muestran que nada puede sustituir la aceptación de tal voluntad. El rey Saúl había recibido de Dios órdenes muy claras
acerca del botín dejado por los amalecitas; pero él creyó que sería mejor
apropiarse de éste a cambio del sacrificio de vacas y ovejas en honor de
Yahveh. ¿Y qué le dice el Señor? ¿Acaso se complace Yahveh tanto
en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a las apalabras de Yahveh? Mejor
es obedecer que sacrificar, 1ª de Samuel 15:1-23. Cuando la voluntad de Dios
llega clara a nuestro conocimiento, todo intento de sustituirla por criterios
humanos aparentemente más acertados es insensatez y rebeldía cuyas
consecuencias habremos de deplorar el resto de nuestros días.
Ahora bien hay muchas
preguntas en nuestra vida diaria que nos hacemos preguntándonos si esta es la
voluntad de Dios, y nuestras dudas y preguntas son las que prevalecen, te doy
ejemplo de algunas;
· Se me presenta la oportunidad de obtener un
nuevo empleo. ¿Debo aceptarlo o no?
· Hay una persona que me atrae poderosamente.
Ambos estamos recíprocamente enamorados. ¿Es voluntad de Dios que me case con
ella?
·
La relación con mis padres se ha hecho
tensa, prácticamente insoportable. ¿Debo abandonar la casa paterna y vivir mi
propia vida?
· Una situación análoga vivo en la iglesia.
¿Debo buscar otra en la que me incorpore como miembro?
·
¿Quiere el Señor que me prepare para
servirle mejor en alguna forma de servicio cristiano?
·
En el círculo de mis relaciones hay una
persona con la cual congenio, pero no es cristiana. ¿Qué es aconsejable en tal
caso?
·
Me urge comprar una casa . ¿He de solicitar
una hipoteca al banco?
·
etc. etc. etc.
En primer lugar hemos de entender que no hay camino seguro al conocimiento
de la voluntad divina cuando nuestra consulta admite dudas.
La respuesta puede variar según multitud de factores y circunstancias. Nos
gustaría que Dios nos enviase un ángel que nos indicara la decisión a tomar. O,
al menos, que nos fueran dadas una tablillas al estilo del antiguo Urim y Tumim
del sacerdote israelita en las que aparecía el oráculo de Dios. La consulta sobre la voluntad del Señor en una cuestión
determinada no es hoy en día algo que pueda resolverse mediante un talismán,
sino por medio de una percepción espiritual y una sensibilidad debidamente
desarrolladas. Amen.
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