ENAMORATE DE LA ORACION.
MIKE MACINTOSH.
Abrir nuestro corazón a
Dios es un ejercicio que todos los días debemos practicar, es bien sabido por
todos que antes de que tu palabra salga de la boca Dios ya la sabe, pero el
quiere que le cuentes todas y cada una de las situaciones de tu vida que
ejercites el hablar íntimamente con el, que no se te olvide nada, hay una porción
del libro de Charles Swindoll (1998) que dice lo siguiente;
“… Cuéntale a Dios todo lo
que hay en tu corazón, así como uno descarga su corazón sus placeres y dolores
con un amigo querido, cuéntale tus problemas para que el pueda consolarte, cuéntale
tus alegrías para que el pueda hacerlas mas serias, cuéntale tus deseos para
que el pueda purificarlos, cuéntale lo que te desagrada para que el ayude a
conquistarlo, háblale de tus tentaciones para que te pueda escudar de ellas, muéstrale
las heridas de tu corazón para que pueda sanarlas, pon al desnudo tu indiferencia
al bien…”
Un ejercicio constante como
este te dará mucho de que hablar con Dios, no faltara nunca tema de conversación
con el y al final del día el resultado será una comunicación perfecta, sana y
vigorosa, no seamos de aquellos que en sus oraciones tardamos solo uno o dos
minutos, seamos de aquellos que podemos pasar hablando con Dios 40 o 50 minutos
de mañana tarde y noche. Amen.
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