EL SILENCIO, TE PUEDE ALEJAR DE DIOS.

ENAMORATE DE LA ORACION.

MIKE MACINTOSH.

Hay tres cosas en las cuales puedes meditar el día de hoy;

El silencio con Dios:

Cuando en ocasiones sentimos que nuestras oraciones no son contestadas o lo que esta sucediendo a nuestro alrededor no es lo que queremos que suceda, nuestra actitud puede ser inconsciente de no hablar lo suficiente con Dios, en una forma hasta cierto punto normal bajamos el ritmo de nuestras oraciones, cuando en la realidad lo que debería de suceder es incrementar las oraciones.

David tenia claro este asunto y en su salmo 32:3-5 nos cuenta esto;

32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.

32:4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;

Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah

La Cercanía con Dios:

Debemos tener claro que cuando existen pruebas en nuestras vidas es momento de incrementar nuestras oraciones a Dios, es momento de acercarnos mas a él, el hacerlo es muestra de haber entendido cual es el verdadero significado de la Oración, es mostrar nuestra madurez, el mismo Salmo anterior nos da un claro ejemplo de esto;

32:6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;

Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.

32:7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah

El Deleite de Hablar con Dios:

Es este punto tal vez sea uno de los que mas significado tienen porque  cuando logramos deleitarnos en la Oración, la consecuencia será que estaremos disfrutando mas plenamente nuestra relación con Dios, será que hemos conocido un poco mas del carácter de nuestro Señor, deleitarnos en la Oración es saber que hemos traspasado la barrera de la costumbre y simpleza de la repetición de frases solamente llenas de peticiones, el deleitarnos en la oración debe darnos la idea clara que hemos llegado a conocer de la voluntad de Dios, le escuchamos y le obedecemos.

No dejes que el silencio, te aleje de Dios, búscalo todos los días y deléitate en la Oración con nuestro Señor. Amen.