RECONOCIMIENTO, CONFESION Y ARREPENTIMIENTO.

LA PRESENCIA DE DIOS .

DIA 12.

LA CONFESION ANTE DIOS DE NUESTROS PECADOS NOS ACERCA MAS A COMPRENDER SU SANTIDAD.

Al leer con detenimiento el capitulo 6 de Isaías en sus versos 3 y 5 al 7 encontramos como este siervo tuvo la gran distinción de observar algo que Limpio completamente su vida del pecado, y lo llevo a reconocer su propia naturaleza;

6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. 

6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 

6:6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; 

6:7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. 

RECONOCER NUESTROS PECADOS.

CONFESAR NUESTROS PECADOS,

ARREPENTIRNOS DE NUESTROS PECADOS.

Son tres elementos que podemos ejercitar todas las mañanas abrir nuestro corazón a Dios y dejar que seamos limpiados, si lo que queremos es parecernos mas a el en la santidad es necesario que a diario hagamos un recuento de todo aquello que por acción u omisión no agrado a Dios, lo confesemos ante su presencia y ejercitemos el arrepentimiento, estos principios ayudaran a que Dios actué en tu vida y en la mía con mayor facilidad, solo habrá que recordar tres pasajes bíblicos como son Proverbios 28:13, 1ª de Juan 1:9, y Hebreos 4:16.

28:13 El que encubre sus pecados no prosperará;  Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. 

1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Luego pues no es solamente una forma de pensar el que utilicemos estos tres pasos que antes acabo de mencionar, la respuesta de nuestro Señor será contundente en nuestras vidas, pero para ello debemos aprender a ejercitarnos en el RECONOCIMIENTO, LA CONFESION Y EL ARREPENTIMIENTO de nuestros pecados. Amen.