UNA TOTAL HUMILLACION.
JOB 1: 20
1:20 Entonces Job se levantó,
y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
Seguramente todos hemos experimentado pruebas de fe, la
perdida de un ser amado, la perdida de un hijo, una esposa, un hermano, o los
padres, en algunas ocasiones también llevamos a este mismo nivel la perdida de
un trabajo, los problemas del hogar o hasta los problemas que tenemos en
nuestras iglesias, pero tal vez nada se compare al sufrimiento que da la prueba
de enfermedad, y no me refiero a la propia pues cuando esto sucede normalmente el
enfermo pocas ocasiones esta totalmente consiente de ello y los propios
malestares de la enfermedad son como un anestesia para todo lo que esta sucediendo
alrededor, puedo equivocarme pero sea cual fuere la situación, la pregunta que
me deja el capitulo 2 verso 10 que dice:
2:10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has
hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios
el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus
labios.
Nuestro diario
caminar nos hace siempre querer recibir el bien y olvidamos que nuestro
entrenamiento como verdaderos discípulos esta en saber aceptar también las
pruebas que se nos presenan y siguiente el consejo de pablo en la carta a los
filipenses la única forma de alejar la tristeza y la angustia es la Oracion con
acciones de gracia, no estoy diciendo que no haya sufrimiento y dolor estoy
diciendo que la única forma valida para superarlo es Dios, por ultimo dejo este
verso 20 que es una belleza de ejemplo de lo que un hombre puede hacer frete a
la prueba, (5) cinco cosas levantarse, rasgar su manto, rasurar su cabeza, postrarse
en tierra y adorar, traducido a nuestro lenguaje actual diría yo que;
20:10 En cuanto Job oyó esto, se puso de pie y rompió
su ropa en señal de dolor; luego se rasuró la cabeza y se
inclinó hasta el suelo para adorar a Dios.
Hoy es día de
hacerlo y adorar a nuestro Señor. Amen.
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