miércoles, 6 de febrero de 2013

"LAS COSAS DEL SEÑOR DEBEN HACERSE A LA MANERA DEL SEÑOR"



LAS COSAS DEL SEÑOR DEBEN HACERSE A LA MANERA DEL SEÑOR.

Hechos 9:28-31 (RV60)

9:28 Y estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía,  9:29 y hablaba denodadamente en el nombre del Señor, y disputaba con los griegos; pero éstos procuraban matarle.  9:30 Cuando supieron esto los hermanos, le llevaron hasta Cesárea, y le enviaron a Tarso.  9:31 Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.

Hechos 9:28-31 (TLA)

28 Desde entonces Saulo andaba con los demás seguidores de Jesús en toda la ciudad de Jerusalén, y hablaba sin miedo acerca del Señor Jesús. 29 También trataba de convencer a los judíos de habla griega, pero ellos empezaron a hacer planes para matarlo. 30 Cuando los seguidores de Jesús se enteraron, llevaron a Saulo hasta la ciudad de Cesárea, y de allí lo enviaron a la ciudad de Tarso. 31 En las regiones de Judea, Galilea y Samaria, los miembros de la iglesia vivían sin miedo de ser maltratados. Seguían adorando al Señor, y cada día confiaban más en él. Con la ayuda del Espíritu Santo, cada vez se unían más y más personas al grupo de seguidores del Señor Jesús.

No es raro que comúnmente estemos afanados por realizara tareas relacionadas con nuestra vida secular o la vida Ministerial, en la mayoría de las ocasiones pueden funcionar y hasta pensar que estamos haciéndolo bajo la voluntad de Dios, pero este tema es de suma importancia, pues saber que los planes de Dios no incluyen nuestros afanes es una buena respuesta para reconocer si verdaderamente estamos siguiendo sus planes o simplemente seguimos los nuestros.

Pablo  llego a Damasco siendo una persona de eminencia, todos los que lo vieron y sabían quien era el por supuesto que sabían a lo que venia, y al final que sucedió, pues que tuvo que abandonar la ciudad en una canasta ayudado por aquellos a los que perseguía, Un predicador dijo que el hombre de éxito es el que descubre lo que Dios quiere que haga con su vida y lo hace. Esa es una declaración muy cierta. La verdadera medida del éxito del hombre no es su posición social, su cuenta bancaria, su influencia ni  su  fama.  El éxito consiste en que hagamos lo  que  Dios  quiere  que  hagamos. 

LA VOLUNTAD DE DIOS NO DEBEMOS CONFUNDIRLA CON EL PLAN QUE   DIOS   TIENE    PARA    SU   VIDA.

Dios tiene UN PLAN ESPECÍFICO para su vida individual.  Y solamente Dios puede darle a usted  todos los detalles respecto a ese plan, porque es el plan de Él para usted,  y  no  es  para  ninguna  otra  persona.

Si el deseo de nuestro corazones es conocer la Voluntad de Dios debemos preguntarle cual es el plan para mi vida y debes escucharlo atentamente. Amen. 

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