LA PRESENCIA DE DIOS .
DIA 33.
LA DIRECCION DE UNA ORACION EFICAZ.
Hay dos palabras que debemos tener
muy en cuenta cuando oramos; Rey y
Señor, estas nos dicen con claridad a quien y con quien estamos teniendo ese
momento de comunión de comunicación, nunca un siervo y súbdito le dice que
hacer al Rey, este fue el primer principio que nos enseño Jesús al iniciar su
ministerio en esta tierra cuando predico el contenido del evangelio de Mateo
4:17 al decir:
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y
a decir: Arrepentíos, porque
el reino de los cielos se ha acercado.
Pero el segundo de los principios también lo podemos
ubicar en la Biblia pues nuestra condición de siervos y súbditos quedo bien
clara en la 1ª carta a los Corintos capitulo 7 versos 22 y 23 al decir;
Porque el que en el Señor fue llamado
siendo esclavo, liberto es del Señor;
asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. Por precio
fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
Y como entender mas fácilmente este binomio que por
gracia nos ha sido dado entendiendo nuestro papel y conociendo el lugar que le
corresponde a Nuestro Señor, tal vez si tenemos claro el contenido del
evangelio de Juan capitulo 5 versos 17 al 19 entenderemos esto al decir;
“…Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente…”
Cuando nuestra oraciones son guiadas por Dios no hay temor
de pedir lo que no le agrada a el por el contrario cuando estamos en esa
comunión, pidiendo su voluntad tendremos claro que el contestara nuestras peticiones,
hay un verso que en lo particular nos dice que esta esperando Dios de nosotros algo
muy sencillo pero de gran contenido y lo encontramos en Miqueas 6:8 al decir;
Oh
hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar
misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Amen.
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