LA VIDA ES DURA. (SEMANA 31, Pagina 230)
BUENOS
DIAS CON BUENOS AMIGOS.
“CHARLES SWINDOLL”
JOB 1:1
1:1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y
recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
“…
El libro de Job (=Job)
es el primero de los cinco llamados con absoluta propiedad poéticos
y sapienciales. La prosa
narrativa ocupa en él un espacio muy reducido; tan solo se encuentra en el
prólogo (cap. 1–2), en el epílogo (42.7–17), en un breve pasaje de transición
(32.1–6) y en algunos versículos introductorios del diálogo. El resto,
prácticamente la totalidad del cuerpo del escrito, es poesía.
El
autor de esta obra cumbre de la literatura universal se revela en ella como un
consumado estilista. Con notable destreza maneja los recursos del idioma,
combinando de manera extraordinaria la profundidad de pensamiento con la
belleza de un lenguaje poético, sonoro y lleno de ritmo, rico en paralelismos e
imágenes de singular plasticidad…”
El
prólogo consiste en la presentación de las circunstancias en que se desarrolla
el drama y de los personajes que en él intervienen. El protagonista, Job, es un
rico hacendado (1.3) que vive con su familia en Uz, población situada, según se
cree, en la región aramea que se extendía hacia el sudeste de Palestina. Hombre de fe, descrito como perfecto y
recto, temeroso de Dios y apartado del mal (1.1), Job es víctima de una
cadena de desdichas que lo dejan bruscamente sin hijos y sin hacienda, enfermo
y reducido a una condición miserable (7.4–5). A pesar de todas las desgracias,
él confía en Dios y lo bendice (1.21), no deja que sus labios pequen contra el
Señor, y aun sale al paso de las quejas de la esposa preguntándole:
¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? (2.10).
En
aquella situación, tres amigos del protagonista acuden a condolerse con él y a
consolarlo: Elifaz, el temanita, Bildad, el suhita y Zofar, el naamatita
(2.11). Contestando a los lamentos de Job, sus visitantes hablan por turno, y
él responde a cada intervención. De esta manera se disponen tres series de
discursos (3.1–31.40), a cuyo término aparece otro personaje, el joven Eliú
hijo de Baraquel, el buzita (32.2, cf. v.6), que toma la palabra para reprender
con ironía a Job y a sus amigos. Ninguno de ellos replica al largo y afectado
discurso de Eliú (32.6–37.24), después del cual es Jehová mismo quien
interviene y pone fin a todo el diálogo (38–41), al que solo seguirán unas
palabras de arrepentimiento pronunciadas por Job (42.1–6) inmediatamente antes
del epílogo en prosa….”
Hoy
Dios permite que comencemos un nuevo Libro, lo que podría decir de esta
Historia maravillosa es que llenara de enseñanza nuestra vida podemos comenzar
meditando en las primeras palabras del verso 1, “este hombre perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal” que necesitamos para que en nuestra vida alguien se
refiera de esta forma a nuestro caminar; si analizamos cada uno de los
apelativo o adjetivos dados a Job encontraremos una gran riqueza, simplemente
el primero de ellos “Hombre perfecto
es motivo de varios días de estudio pero algo sencillo nos servirá a todos, encontramos en Job que este varón era recto, o sea, que no se inclinaba a
un lado ni a otro. Que va sin desviarse al punto donde se dirige. Que es justo,
severo e intachable en su conducta. Deuteronomio. 6:18 dice: “Haz lo recto y
bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien…”. Hagamos lo que Dios
quiere, lo que sabemos le es agradable; obedezcamos. Amen.
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