viernes, 6 de enero de 2012

"SANTIFICADO SEA TU NOMBRE" JOHN MACARTHUR.


A SOLAS CON DIOS.

LA IMPORTANCIA DEL NOMBRE DE DIOS.

Tener la conciencia del nombre o nombres que tiene nuestro amado Dios es algo que debemos meditar y dejar claro en nuestras propias oraciones, regularmente al elevar nuestras oraciones utilizamos diferentes Adjetivos, o Epítetos que nos ayudan a comunicarnos con nuestro Creador, pero a la verdad somos bastante parcos y simplistas si tenemos claro que Adonaí, tiene mas de 20 nombre diferentes en los cuales cada uno trata de ejemplificar un aspecto del carácter de Dios, nuestras oraciones pueden tener esa variante y llamar a nuestro Adonaí, por uno de sus tantos nombre siempre y cuando  tengamos claro que decimos pues a cada uno de ellos tiene un significado diferente.

John Mac Arthur dice:

“… Que apropiado que es entonces el hecho de que la primera petición del modelo de nuestra oración se enfoque en Dios, “santificado sea su nombre” …”

“…Nuestra Primera petición no debe ser para nuestro beneficio sino para el, Por lo tanto “Santificado sea tu nombre” es una advertencia en contra de la oración que busca su propio Interés porque abarca completamente la naturaleza de Dios y la respuesta del Hombre a ella…”

“…El nombre mas hebreo mas conocido de Dios es Yahvé y aparece primero en Éxodo 3:14 donde Dijo “YO SOY EL QUE SOY”  el otro nombre mas conocido es ADONAI, significa “SEÑOR DIOS…”


Cuando ORAMOS "SANTIFICADO SEA TU NOMBRE", lo primero que debemos intentar comprender es el significado de esas palabras "santificado sea". Cualquier cristiano medianamente instruido sabe que aquí no podemos pedir el que Dios sea hecho santo. Y eso por la sencilla razón de que si alguien hay santo sobre todas las cosas, ése es precisamente Dios. Dios es santo, el 'santo de Israel', como le llama tantas veces la Escritura. Las palabras santo, santidad, indican en cierto modo una separación, algo que es objeto de culto y por eso se aparta de lo profano, lo que forma la vida corriente de los hombres. Este es su significado primitivo. Pero, en realidad, decir que Dios es santo significa que él es alguien distinto de los hombres, totalmente otro, que no se confunde con nada humano. Afirmar que Dios es santo viene a ser tOMARSE EN SERIO A DIOS, RECONOCER QUE ÉL NO ES UNA CREACIÓN DEL SUEÑO INSATISFECHO DE LOS HUMANOS, Decir que Dios es santo supone reconocer que existe independiente frente a nuestra existencia, es más, que nuestra existencia y la de todo cuanto existe, depende radicalmente de él, y sin él no hubiera existido.

Por consiguiente santificar a Dios significa reconocerle como aquel que verdaderamente es y por el que son todas las cosas, aquel por quien cada uno de nosotros existe. AMEN.



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