A SOLAS CON DIOS. (SEMANA 24, Pagina 173)
BUENOS
DIAS CON BUENOS AMIGOS.
“CHARLES
SWINDOLL”
1 Reyes 17: 20-22.
17:20 Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda
en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?
17:21 Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.
17:22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
Ahora vemos algo
que no había sucedido antes, Elías estaba pidiendo algo que nadie había sido
testigo, estaba pidiendo que resucitara ese pequeño niño, me llama la atención
la forma en que lo hace, en los versos precedentes la Biblia insiste en que
Elías clamo versos 20 y 21, y no solo eso ante el clamor de Elías estaban la
primeras palabras que expreso “JEHOVA
DIOS MIO” , la primera frase nos puede dar una idea mas clara de lo que
estaba haciendo Elías, Clamar significa; Gritar o dar voces, en especial para quejarse o pedir
ayuda, Exigir o pedir con vehemencia algo, como justicia o venganza, pedir una
cosa con pasión y desesperación, la actitud de Elías era clara esa relación tan evidente que se había generado le daba la
posibilidad de tener una comunicación tan especial con Dios tan cercana,
usualmente solo en los momentos difíciles de nuestra vida lo hacemos pero en
una reflexión esta actitud de clamar sucede cuando las circunstancias nos afectan
y estamos propensos a que nos ocurran
diferentes vicisitudes en la vida que nos pueden afectar negativamente. Nos podemos entristecer, deprimir, sentir desamparados, afectarnos
por la soledad a cualquier edad, sentirnos
fracasados, traicionados,
no amados, rechazados, angustiados, afligidos,
usados por otros, humillados, agobiados, acomplejados
ante otros, orgullosos,
prepotentes y a la vez insuficientes,
aterrados, atemorizados, paralizados por desafíos de toda clase, en bancarrota de todo tipo, desvalidos, perseguidos,
derrotados, tensos, descontrolados hasta la locura, en fin, nuestra fragilidad
se evidencia por todo lado.
Elías
había comprendido el significado y trascendencia de clamar a Dios, sabia lo que
Jeremías también descubrió cuando dijo; Jeremías 33:3.
33:3 Clama
a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú
no conoces.
Sabia perfectamente que recibiría
una contestación y digo que fuera lo que el estaba pidiendo pues la voluntad de
Dios sobrepasa nuestro entendimiento, sino que tenia la certeza de que clamar a
Dios le Daria la Dirección necesaria para salir ese transe que estaba
pasando, por lo menos vienen a mi mente
tres ejemplos de personas que clamaron a Dios y el respondió a su clamor;
Ana clamó por un hijo, y Dios
le respondió. 1ª de Samuel 1:12-13.
La mujer que tenía una hija con un demonio clamó, y Dios le respondió. Marcos 7:28-29.
Bartimeo, un hombre ciego, clamó, y Dios le respondió. Marcos 10:51-52
Hoy es un buen día para clamar a
Dios, que necesidad tenemos, que problema enfrentamos, que desastre nos aqueja,
Dios puede solucionarlo sin problema alguno. Amen.
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