miércoles, 11 de enero de 2012

"Hagase Tu voluntad" John MacArthur


A solas con Dios. 

"Hagase tu Voluntad"

“John MacArthur”

“… Uno de los dilemas que mas han debatido los Cristianos durante siglos es si Dios logra hacer su voluntad sin importar si oramos o no…”

“… Dos puntos de vista doctrinales básicos se han ofrecido para brindar luz a esta pregunta, un punto de vista enfatiza la soberanía de Dios, y en su aplicación extrema sostiene que Dios obrara  según su perfecta voluntad, sin importar como oren las personas, e incluso si es que no oran las personas…”

“… En el extremo opuesto esta el punto de vista que sostiene que las acciones de Dios en lo que concierne a nosotros están mayormente determinados por nuestras oraciones, nuestras suplicas persistentes causaran que Dios haga por nosotros lo que no hará de otra forma…”

Mucho se ha especulado sobre el tema. Y muchos creyentes se hacen la pregunta que encabeza el presente artículo. Esa curiosidad, por lo general, es sana, pues en el servicio cristiano la aprobación o la desaprobación por parte de Dios depende del conocimiento y cumplimiento de su voluntad.

Para el Señor Jesucristo la sumisión a la voluntad del Padre era tan vital como el alimento para el cuerpo Juan 4:32 y Juan 5:30. Y algunos ejemplos bíblicos nos muestran que nada puede sustituir la aceptación de tal voluntad. El rey Saúl había recibido de Dios órdenes muy claras acerca del botín dejado por los amalecitas; pero él creyó que sería mejor apropiarse de éste a cambio del sacrificio de vacas y ovejas en honor de Yahveh. ¿Y qué le dice el Señor? ¿Acaso se complace Yahveh tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a las apalabras de Yahveh? Mejor es obedecer que sacrificar, 1ª de Samuel 15:1-23. Cuando la voluntad de Dios llega clara a nuestro conocimiento, todo intento de sustituirla por criterios humanos aparentemente más acertados es insensatez y rebeldía cuyas consecuencias habremos de deplorar el resto de nuestros días.

Ahora bien hay muchas preguntas en nuestra vida diaria que nos hacemos preguntándonos si esta es la voluntad de Dios, y nuestras dudas y preguntas son las que prevalecen, te doy ejemplo de algunas;

·  Se me presenta la oportunidad de obtener un nuevo empleo. ¿Debo aceptarlo o no?

· Hay una persona que me atrae poderosamente. Ambos estamos recíprocamente enamorados. ¿Es voluntad de Dios que me case con ella?

·       La relación con mis padres se ha hecho tensa, prácticamente insoportable. ¿Debo abandonar la casa paterna y vivir mi propia vida?

·   Una situación análoga vivo en la iglesia. ¿Debo buscar otra en la que me incorpore como miembro?

·       ¿Quiere el Señor que me prepare para servirle mejor en alguna forma de servicio cristiano?

·       En el círculo de mis relaciones hay una persona con la cual congenio, pero no es cristiana. ¿Qué es aconsejable en tal caso?

·       Me urge comprar una casa . ¿He de solicitar una hipoteca al banco?
·       etc. etc. etc.

En primer lugar hemos de entender que no hay camino seguro al conocimiento de la voluntad divina cuando nuestra consulta admite dudas. La respuesta puede variar según multitud de factores y circunstancias. Nos gustaría que Dios nos enviase un ángel que nos indicara la decisión a tomar. O, al menos, que nos fueran dadas una tablillas al estilo del antiguo Urim y Tumim del sacerdote israelita en las que aparecía el oráculo de Dios. La consulta sobre la voluntad del Señor en una cuestión determinada no es hoy en día algo que pueda resolverse mediante un talismán, sino por medio de una percepción espiritual y una sensibilidad debidamente desarrolladas. Amen. 

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